Arte en el mundo de raíces hispánicas: México
LA CERÁMICA DE TALAVERA EN MÉXICO
La cerámica de Talavera en México está asociada a un nombre, Puebla, el Estado donde el más humilde de los objetos puede convertirse en una artesanía exquisita y delicada gracias a los alfareros que han cocido las piezas de loza con una depurada técnica artesanal.
La tradición alfarera en México se remonta a los tiempos prehispánicos, pero hasta la llegada de los españoles no utilizaron el torno o rueda de alfarero ni el vidriado. Con los misioneros dominicos en el siglo XVI aparecieron artesanos de la cerámica provenientes de Talavera de la Reina (Toledo) que se instalaron allí y transmitieron su técnica, principalmente la utilización del torno, que alcanzaba mayor temperatura, y la impermeabilización de los objetos cerámicos mediante el recubrimiento con óxido de estaño.
En aquella época, la demanda de cerámica debió ser muy alta ya que los monjes no sólo la utilizaban para uso doméstico (vasos, platos, cuencos) sino también para decorar los conventos e Iglesias, así que los artesanos españoles transmitieron sus conocimientos a los artesanos nativos de la zona.
Desde finales del siglo XVI a mediados del XVII, el número de alfareros y talleres fue creciendo, cada uno creando sus propios diseños y técnicas. Ya en el año 1653 se crearon las primeras ordenanzas que regularon esta industria y las pautas a seguir: quienes podían llamarse artesanos, como determinar la calidad y normas de decoración.
En la actualidad, existen talleres que continúan creando este tipo de loza con las mismas técnicas de la época colonial y que están protegidas por la denominación de origen Talavera. La fabricación de esta cerámica es complicada y prácticamente no ha cambiado desde la época virreinal. Todas las piezas son elaboradas a mano y el proceso contempla 6 pasos que duran aproximadamente unos 6 meses:
1. Preparar la mezcla de los barros.
2. Deshidratación y amasado.
3. Moldeo de pieza a mano, en tornos de patada y moldes.
4. Primera horneada.
5. Decoración, diseño y pintura (todo a mano con pinceles de pelo y plumas)
6. Segunda horneada a 1.050° C.
La cerámica de Talavera que era reconocible por sus colores azul cobalto y blanco, y decorada con motivos principalmente moriscos, fue incorporando otros elementos de mano de los artesanos mexicanos, ampliando su gama de colores y motivos. La auténtica Talavera proviene de la Ciudad de Puebla y las localidades de Atixco, Cholula y Tecali de Herrera, debido a que el tipo de barro y la tradición provienen de esa región. En este hermoso Estado se encuentra su rastro en multitud de lugares, azulejos, fuentes, jarrones, vasijas, patios, esculturas y en las fachadas y cúpulas de muchas de sus Iglesias.
La cerámica de Talavera en México está asociada a un nombre, Puebla, el Estado donde el más humilde de los objetos puede convertirse en una artesanía exquisita y delicada gracias a los alfareros que han cocido las piezas de loza con una depurada técnica artesanal.
La tradición alfarera en México se remonta a los tiempos prehispánicos, pero hasta la llegada de los españoles no utilizaron el torno o rueda de alfarero ni el vidriado. Con los misioneros dominicos en el siglo XVI aparecieron artesanos de la cerámica provenientes de Talavera de la Reina (Toledo) que se instalaron allí y transmitieron su técnica, principalmente la utilización del torno, que alcanzaba mayor temperatura, y la impermeabilización de los objetos cerámicos mediante el recubrimiento con óxido de estaño.
En aquella época, la demanda de cerámica debió ser muy alta ya que los monjes no sólo la utilizaban para uso doméstico (vasos, platos, cuencos) sino también para decorar los conventos e Iglesias, así que los artesanos españoles transmitieron sus conocimientos a los artesanos nativos de la zona.
En la actualidad, existen talleres que continúan creando este tipo de loza con las mismas técnicas de la época colonial y que están protegidas por la denominación de origen Talavera. La fabricación de esta cerámica es complicada y prácticamente no ha cambiado desde la época virreinal. Todas las piezas son elaboradas a mano y el proceso contempla 6 pasos que duran aproximadamente unos 6 meses:
1. Preparar la mezcla de los barros.
2. Deshidratación y amasado.
3. Moldeo de pieza a mano, en tornos de patada y moldes.
4. Primera horneada.
5. Decoración, diseño y pintura (todo a mano con pinceles de pelo y plumas)
6. Segunda horneada a 1.050° C.
La cerámica de Talavera que era reconocible por sus colores azul cobalto y blanco, y decorada con motivos principalmente moriscos, fue incorporando otros elementos de mano de los artesanos mexicanos, ampliando su gama de colores y motivos. La auténtica Talavera proviene de la Ciudad de Puebla y las localidades de Atixco, Cholula y Tecali de Herrera, debido a que el tipo de barro y la tradición provienen de esa región. En este hermoso Estado se encuentra su rastro en multitud de lugares, azulejos, fuentes, jarrones, vasijas, patios, esculturas y en las fachadas y cúpulas de muchas de sus Iglesias.
Rocío Pérez Izquierdo
Felicidades a tod@@sssss, sobre todo a la autora, que informe tan bueno, bonito y delicadamente expuesto.
ResponderEliminarYo personalmente he visto trabajar artesanalmente la cerámica en Talavera de la Reina y debo manifestar q no salen dos piezas completamente iguales, aunque lo intenten porque estan pintadas una por una y a mano.
Adelante con vuestro gran trabajo.
Saludos: Ana.