Marcas de cantero

Iglesia de Somaconcha (Cantabria)
En los muros de muchos edificios de época medieval principalmente, aunque también de otras épocas, podemos observar una serie de signos que, de forma aleatoria, son visibles en algunos de sus sillares. Realizados sobre la piedra por medio de buriles, presentan una enorme gama y variedad de tipologías, que van desde los más habituales, que pueden ser letras, números, cruces, flechas, etc., hasta los más sofisticados con formas de herramientas, motivos vegetales o de animales, lunares, instrumentos, etc. 

Esta diversidad, tan curiosa además, hizo pensar originalmente si no se trataría de símbolos con algún contenido mágico o esotérico, más aún considerando que sus artífices se inscribían en ese mundo cerrado con muchas connotaciones oscurantistas de los primeros masones, en realidad los constructores medievales. Pero hoy sabemos que no es así, sobre todo desde que los signos empezaron a estudiarse con rigor, entendiendo que podían servir como un elemento del estudio arquitectónico de un edificio. Así, se conoce perfectamente su significado, que no es otro que el de su utilidad con dos finalidades principales: o con una función específica de tipo constructivo, al indicar la marca la correcta posición de los sillares en un muro; o bien, y esta es su utilidad primordial, como firma del cantero que escuadró y labró el sillar.

Era así como se distinguían los trabajos de unos y otros canteros y la forma en que se podía contabilizar su tarea y así pagarles en consonancia, pues no debe de olvidarse que en la mayoría de los contratos este trabajo se retribuía según destajo. Se podría añadir a estas dos una tercera significación del signo lapidario, concretamente en el caso de los signos con motivos religiosos, que podrían contribuir a la consagración de un espacio sagrado. Lógicamente todo este proceso concluía cuando el sillar ya estaba hecho, y por eso en la mayoría de los casos, es decir cuando la marca es la firma del cantero, el signo perdía su función cuando el sillar se colocaba en el muro. De ahí que al observar las marcas de cantero, en un edificio que las haya conservado, podremos comprobar que no todos los sillares las muestran, pues algunos signos quedaron aleatoriamente cara vista y otros no, según pusiera el albañil el sillar en una posición u otra. 


El estudio de estos signos y de su posición en las paredes de los edificios que las poseen se ha convertido poco a poco en una ciencia auxiliar de la Historia del Arte, al servir para conocer otro dato de fábrica del edificio, que también tiene su interés, pues puede confirmar cronologías relativas en su proceso de construcción, así como coincidencias con otros monumentos, que establecen así su parentesco formal o cronológico. 

En cualquier caso resulta entretenido buscar signos entre las piedras de los edificios antiguos y os animamos a hacerlo en cuanto tengáis una oportunidad. A partir de ese momento no podréis dejar de buscar marcas de cantero allá donde vayáis.

Texto de Francisco Javier Jiménez Zorzo



Diferentes marcas de cantero encontradas en edificios

Comentarios

  1. Interesante post, muchas gracias, es un tema muy curioso del que no conocía nada.

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