ENCUENTROS EN LA ACADEMIA (64)
Una “macetita”, por favor.
Si tiene la
suerte de pasear por la calle Luna de nuestra ciudad a primeras horas de la
mañana, por la tarde o pasada la medianoche, una vez que los bares han recogido
mesas, sillas y tenderetes, observará la soledad imperante y tal vez tenga,
como éste que les escribe, una sensación de abandono y desidia que choca
frontalmente con otras zonas de la ciudad. Esta calle, que representa el centro
de El Puerto, toma en esas horas el aspecto de una obra inconclusa o en
permanente estado de remoción. Una vez terminadas las acciones urbanísticas de
peatonalización se impone un toque de color que complemente el blanco
inmaculado de las fachadas y el gris del adoquinado.
Así pues, tras
los pertinentes informes de la Policía Local sobre la incidencia en el
hipotético tráfico de la calle, de la ausencia de peligro dado por Protección
Civil, de la conformidad al Plan General facilitado por Urbanismo, de Medio
Ambiente sobre su conveniencia y una vez consignados los cargos en los
correspondientes presupuestos de Hacienda, con todas las retenciones de crédito
necesarias por ley, ¿sería tal vez posible que alguien tomara la decisión de
poner una “macetita” en la calle Luna?
Por supuesto
habría que contar con el “nihil obstat” de ecologistas acerca de la
conveniencia de exponer a la contaminación a la planta, el visto bueno de la
asociación de comerciantes sobre la idoneidad del proyecto, la correspondiente
verificación de las Hermandades que procesionan por la calle, el respeto de los
“nini” del fin de semana y todo precedido de amplio debate en los medios de
comunicación en los que los ciudadanos de cualquier barrio reclamen la
“macetita” para su calle.
Ahora que estoy
releyendo estas líneas me doy cuenta de por qué no hay una dichosa “macetita”
en la calle Luna, y es que las toneladas de papel necesarias para su
implantación la han ahogado antes de ser colocada, amén de las horas empleadas
en la elaboración de los informes. En fin, que mucho me temo que nos vamos a
quedar sin saber qué tal hubiese quedado una “macetita” en la calle más
céntrica de nuestra ciudad.
Juan
Gómez Fernández
Académico de Santa Cecilia
En la calle Luna lo que hay son tapaderas de alcantarillas, de telefónica, de la electricidad, de desagüe, y de todo, creo que hay más de doscientas, ¡yo qué sé!
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