Embolicar
Cuando con pesada insistencia infantil demandaba algo a mi
madre ella me solía contestar: «No m'emboliques!». Era normal que se dirigiera a mí en valenciano.
Crecí creyendo que tal verbo era de ese idioma, y que su traducción era
"no me líes" o "no me embrolles". En mi familia lo pronunciaban con una
"a" clara y no con la "e", ellos decían «No m'amboliques»
por lo que, de haber pensado en un equivalente en español, hubiese buscado un
inexistente "ambolicar" y no
"embolicar". Me encantaban la palabra y la expresión. Mi madre, a
menudo, le ponía delante esa partícula tan de uso común en su idioma y decía: ¡Che, no m'emboliques!
Acompañaba la corta frase con alegre risa ante mis enredos de niño. También me
parecía que la palabra era un remedo perfecto de lo que significaba. Me sentí
feliz cuando la encontré ─años después─ en el diccionario de la R.A.E.
indicando que se utiliza en Aragón y en Murcia.
La neurociencia cognoscitiva explica, de manera hermosa, que el
pensamiento humano es una sucesión ininterrumpida ─y a enorme velocidad─
de imágenes mentales, y que cada una de ellas es un elemento complejo que posee
sonido, forma, textura, color, olor, gusto y humor. Dice que los idiomas se van
originando cuando se asignan diferentes sonidos a estas imágenes mentales en el
área de Wernicke que es una parte especializada del
hemisferio cerebral izquierdo.
En un proceso posterior, el parecido que establecemos entre
una palabra y lo que ella significa debe ser algo subjetivo y de connotaciones
neurolingüísticas, pero casi me atrevo a asegurar que cuando a una palabra ─en su sonido, por su construcción─
le encontramos parecido con su significado ya no la olvidamos, se hace muy de
nuestro agrado y entra fácilmente a formar parte de nosotros mismos.
Sí, creo que hay palabras que forman parte de nosotros como
algo íntimo e ineludible.
Ignacio Pérez Blanquer
Académico de Santa
Cecilia
¡Qué curioso! Hace escasos días, cierta persona me la escribió en un mensaje. Reconozco, que a pesar de que intuía su significado, la busque en el diccionario para saber si existía "legalmente" y qué significaba.
ResponderEliminarMe encantan estos textos presentando palabras pocos frecuentadas.
Yo la habia oido pero con distinto significado.Esperamos la siguiente.
ResponderEliminarBravo Ignacio! sigue "embolicando" con tus investigaciones q aprendo mucho.
ResponderEliminarGracias y como dicen...... ¡¡Esperamos la siguiente!!