ENCUENTROS EN LA ACADEMIA (173)
POBREZA y PARO
Pobreza es sinónimo de necesidad, miseria y escasez. Cada vez más nos encontramos muy cerca de nuestras vidas a
pobres de solemnidad. Un simple paseo por Larga, Palacio, Luna, Cruces…, nos desvelará
las desigualdades latentes en nuestras estructuras económicas. A un año de la
próxima consulta electoral, el estado de ánimo de muchos portuenses sigue
estancado en un hondo desaliento, con tendencia a empeorar. Nos preguntamos, si
por parte de quien corresponde, se profundiza en el conocimiento de la pobreza
y los sectores de la población que lo sufren, ya que según los indicadores, no
parece que vaya disminuyendo, sino todo lo contrario. En Andalucía, el número
de pobres ha aumentado un 11 por ciento, siendo la
segunda comunidad donde más crece. El obispo de Asidonia-Jerez, José Mazuelos,
viene instando a los políticos desde hace tiempo a “aparcar sus ideologías, sentarse a una mesa y buscar el bien común”.
Estamos ante una situación estructural y
hay mucha gente sufriendo”.
Erradicar
el Hambre y el Paro para combatir la pobreza debería
ser el principal compromiso de nuestros
gobernantes locales a través de la adopción de medidas que permitan la
reducción del número de personas que lo sufren y la padecen, ya que constituye
una violación de los derechos humanos fundamentales.
En estas condiciones,
no puede extrañar que percibamos que
nuestra sociedad se está empobreciendo y que ello nos llevará a un
derrumbamiento de las condiciones generales de vida, que perdurará largo tiempo
y que alcanzará a más personas de las ya afectadas. Si no se toman medidas
urgentes y eficaces, cada vez habrá más pobres. De hecho, de no ser por la
actuación de miles de personas voluntarias, miembros de las organizaciones sociales, sindicales,
religiosas, de consumidores, ecologistas, y ONG´s, que intentan hacer lo
posible en la lucha contra las causas de la pobreza y del desempleo, la crisis social se habría hecho ya insostenible.
Nuestros gestores políticos y el sector empresarial tienen la palabra.
Antonio
Leal Giménez
Académico
de Santa Cecilia
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Magnifico artículo. Me alegra conocer que la Academia está sensibilizada en temas tan dramáticos.
ResponderEliminarMuchas gracias D. Antonio. He estado cerca de la pobreza y aplaudo su inquietud. Animo a todos los lectores a que escriban algún comentario. No se puede pasar desapercibido ante hechos de esta transcendencia.
ResponderEliminarMás de 1.300 millones de personas en el mundo viven con menos de un euro al día y el 10% de la población más rica posee el 85% de la riqueza del mundo.¿ Dónde están las causas y los responsables?
ResponderEliminarCombatiendo el fraude fiscal que se estima alrededor de los cien mil millones habría recursos para combatir la pobreza en nuestro país.
ResponderEliminarMi enhorabuena por su artículo, pues me consta su buena voluntad y, a la vez, mi profunda decepción. Termina el artículo diciendo que hay organizaciones sindicales implicadas en la lucha contra la pobreza y el desempleo. ¿Qué organizaciones sindicales, las que administran los dineros de los ERE o los dineros de los cursos de formación... en la picaresca? ¿se refiere a esas?
ResponderEliminarNo debería usted generalizar Sr. Anónimo y mucho menos decepcionarse. La gran mayoría a quienes usted critica no tenemos nada que ver con ERES ni con cursos de formación. También estamos en contra de tanto "aprovechao" que son una verdadera lacra.
ResponderEliminarQue magnifico artículo. Destaco la claridad de las ideas y la sencillez en el análisis.
ResponderEliminar“La miseria es obra de los hombres, sólo los hombres pueden destruirla” (Joseph Wresinski)
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