DE NUESTROS COLABORADORES. LA NAVEGACIÓN (III)
LA NAVEGACIÓN: PRIMEROS PASOS Y SU EVOLUCIÓN (III)
En el año 127 (d. C.), Claudio Ptolomeo, astrónomo y geógrafo griego, publicó una guía geográfica que contenía un mapamundi donde se apreciaba que ala India se podía llegar navegando hacia el oeste. Durante más de 1300
años, este mapa constituyó la base del conocimiento sobre la geografía del mar.
En el año 127 (d. C.), Claudio Ptolomeo, astrónomo y geógrafo griego, publicó una guía geográfica que contenía un mapamundi donde se apreciaba que a
Su obra
maestra: “Megale syntaxis”, tratado
de astronomía en trece libros, de los cuales el 5º y 6º, tratan de los
instrumentos de observación; el 7º y 8º, contienen una descripción del cielo,
incluyendo un catálogo de 1.022 estrellas, repartidas en 48 constelaciones, con
su posición y declinación, que posteriormente, traducido por los árabes, se le
denominó “Almagesto”.
Los
árabes, en el siglo VIII, aportan a la propulsión del buque la vela triangular,
denominada latina cuando se introdujo en el Mediterráneo. La usaban como
mesana, además de cómo vela mayor, en sustitución de la vela cuadra, utilizada
hasta entonces por fenicios, griegos, romanos y vikingos.
Una vez
asentados en la península Ibérica, se dedican a cultivar las ciencias, entre
ellas la astronomía. Introducen el “Astrolabio” y el “Cuadrante” como útiles de navegación.
Traducen
el “Almagesto” que, posteriormente, modificado
y corregido por Arzachel (s. XI), constituyen las llamadas “Tablas Toledanas”.
En 1252, el rey Alfonso X, “El Sabio”, crea
una comisión, integrada por los más celebres astrónomos, para corregir las
tablas toledanas, dando lugar a las “Tablas
Alfonsinas” que, rectificadas y publicadas en 1483, sirven durante siglos
como guía náutica de astronomía.
Las
Tablas Alfonsinas están referidas al meridiano de Toledo y constan de:
-Tablas
para la conversión de días, horas, minutos y segundos, en grados.
-Tabla de
la ecuación de tiempo para todas las longitudes del sol.
-Tabla de
movimiento de las estrellas.
-Tablas
que determinan el orto y ocaso y las
estaciones de los planetas.
-Tablas
que dan el momento de la entrada del Sol en los diferentes signos del Zodiaco.
-Tabla de
equinoccios y otras muchas.
Raimundo
Llul, coetáneo de Alfonso X, publica su “Arte
de Navegar”, donde menciona a la aguja magnética y al uso del antiguo
compás chino, compás magnético, posteriormente perfeccionado por Flavio Gioia,
quién en 1302, sustituyendo el aceite por agua para sostén del flotador, ideó
un sistema que permite a la aguja magnética girar libremente sobre la punta de
un estilo y conservar la horizontalidad, a pesar de los balances del barco, orientándose
en la dirección del norte magnético, dentro de la rosa de los vientos,
permitiendo así el cálculo exacto de los rumbos de navegación.
Todo este artilugio, montado dentro de una caja de boj, bosso en italiano, dio lugar a la denominación de “Bossola”, “Brújula” en castellano, “Aguja náutica” ó “Compás Magnético”, en argot marino.
Este
invento constituye el mayor logro náutico-científico de todos los tiempos,
dando un impulso fundamental a la navegación.
La aguja
náutica permitía controlar el rumbo seguido hacia el norte, pero la mera
estimación del camino recorrido, en largas distancias, no era suficiente para
conocer la situación del barco de manera fiable. Para resolver este problema se
recurrió a la determinación de la latitud por observación de la altura angular
de la estrella Polar sobre el horizonte, de noche, ó por la altura del sol al
mediodía. Para ello usaban instrumentos astronómicos adaptados a la navegación,
tales como el “cuadrante”,
la“ballestilla”, ó el “astrolabio”.
Por estas
fechas se empiezan a conocer las primeras cartas náuticas, trazadas a partir de
los rumbos magnéticos y distancias estimadas, registradas por los marinos
durante sus viajes.
Cuando
consideraban tenían suficientes datos, se procedía a dibujar, con más voluntad
que acierto, la carta ó portulano.
Sobre
estas cartas y en el margen, se trazaban los grados de latitud y longitud,
coordenadas que determinan la situación de un barco en la mar.
En 1501,
Juan de la Cosa ,
a la vuelta del segundo viaje de Colón, publicó su famosa carta, en la que se
representan los descubrimientos geográficos llevados a cabo por Colón en sus
tres viajes de 1492, 1493 y 1498.
Ignacio Pantojo Vázquez
Socio colaborador de la Academia
Magnífico y documentado artículo de la interesantisísma serie de don Ignacio Pantojo sobre el mar y la navegación. Vale la pena leer y releer. Enhorabuena.
ResponderEliminarUna buena serie para un pueblo que fue marino y marinero, en donde los niños sabíamos que era la popa y la proa. Ahora ese rico lenguaje del mar se está perdiendo a marchas forzadas, una pena.
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