ENCUENTROS EN LA ACADEMIA (206)

¡Oh, educación, educación¡

Creo firmemente en la igualdad de oportunidades, lo que significa para mí, más que nada, poder alcanzar la mejor educación. Para Ortega y Gasset la misión de la Universidad consistía en la enseñanza de las profesiones intelectuales y en la investigación científica y preparación de futuros investigadores y en su “Rebelión de las Masas”, añadía una tercera misión no menos importante: El compromiso con la sociedad y con su tiempo.

Dentro de unos meses se conmemorará el cuarto centenario de la publicación de la segunda parte del Ingenioso Hidalgo D. Quijote de La Mancha. Podemos leer en el capítulo XVI “mi hija lee y escribe como un maestro de escuela”. Siempre he entendido que esta chica era una fuera de serie en su época, pero ahora me doy cuenta que esta frase puede interpretarse también como que a veces, los maestros de escuela no sabían leer ni escribir.

Resulta curioso observar con su lectura las dos formas de aprender a ser autosuficientes en la vida, donde se aprecian dos sistemas diferenciados en los personajes antagónicos de Don Quijote y de Sancho Panza. Una forma es la clásica, basada en el refranero popular, en el sentido común, en la madurez habitual y que poco tiene que ver con la escolarización. Otra es la que se refiere a Don Quijote, un hidalgo que se ha podido sufragar una biblioteca personal, que lejos de ser un manantial de conocimiento, le ha llevado a la más tragicómica de las demencias.

La educación en España provoca mucho ruido y poco debate. En términos generales, nuestros representados sienten atracción por el poder, por salir mucho en los medios, y por sus votantes, aunque solo por los más fieles. Como para lograr todo eso no necesitan estudiar, sentir el amor por el conocimiento, la educación pasa a un segundo plano, mostrando un gran desconocimiento de lo que significa.

Hablan, eso sí, de formación, pero, en realidad, quieren decir preparación, adquirir crédito profesional a través de un título, ganar dinero fácil y con rapidez.

La formación es otra cosa. La educación es un privilegio que no puede dejarse en manos de los burócratas, de los aficionados a las estadísticas y a los expedientes académicos, de quienes desestiman a los profesores, y limitan su autoridad ante los alumnos, los padres y la sociedad en general, olvidando que son ellos, los verdaderos artífices, que con su generosidad consiguen paliar en gran parte el problema.

Una persona educada debe ser capaz de pensar y escribir con claridad e independencia, comunicar con precisión y creatividad y pensar críticamente, algo que debería ser un requisito imprescindible para los estudiantes universitarios. No hace falta conocer mucho las universidades españolas, ni ser un especialista en educación, para comprobar lo lejos que estamos de esa fundamental premisa.


En los tiempos que vivimos, rodeados de ordenadores y nuevas tecnologías, la información puede adquirirse sin demasiada dificultad. La educación necesita mucho más, aunque todavía no nos hayamos enterado. Se lanzan modelos de móviles cada tres meses, porque hay expertos en electrónica que hacen muy bien sus tareas, pero no somos capaces de decir que se ha mejorado el modelo educativo por lo que la educación languidece década tras década, perdiéndose la ilusión por el conocimiento.

El Consejo de Ministros acaba de aprobar un nuevo proyecto de Decreto que establece la nueva ordenación de las enseñanzas universitarias oficiales y que permite, a las universidades ofertar grados de entre tres y cuatro años y másteres de entre uno y dos años de duración. Mientras tanto los presupuestos dedicados a financiación pública continúan decreciendo. Un nuevo dislate que ha sido rechazado por unanimidad. ¡Oh, EDUCACIÓN!
Antonio Leal Giménez
Académico de Santa Cecilia

Comentarios

  1. Sencillamente magnífico.

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  2. La alusión al Quijote, acertada y oportuna. Muy actual.

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  3. La mejor universidad la calle los mejores catedráticos los ancianos.

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  4. Antonio Marquez. Vejer17 de febrero de 2015, 9:57

    Sin una buena educación, en todos los sentidos, un país por mucho o poco dinero que tenga; siempre será un país pobre.Las consecuencias de las discusiones bizantinas entre los politicos docentes, sean de la ideología que sean , las pagan nuestra juventud escolar y en ultima instancia nuestra sociedad y el país. Pienso.

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  5. Muy bueno su artículo. Personalmente, me preocupa cómo va a evolucionar la identidad docente. Cómo se van a seleccionar y a formar los profesionales de la educación. Esa es la clave.

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  6. Considero fundamental que el concepto educación está desvirtuado y se confunde con instrucción.La persona educada sabe pensar y analizar por sí misma y tiene valore si se rige por ellos. No hay conocimiento útil si no nos hace mejores personas. Mis felicitaciones al Académico.

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  7. La educación nos debe ayudar a a comprender mejor las cosas. Pero debe darle también la solidaridad necesaria para hacer el mundo más sostenible.

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  8. ¡Cuánta razón lleva¡. A los profesores nos desestiman. No valoran nuestra generosidad ni nuestra vocación junto a nuestro compromiso profesional. Muchas gracias por el artículo y ójala haga reflexionar a las personas implicadas.

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  9. No se puede decir mejor ni más educadamente

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  10. Me ha encantado. Muchas gracias. Reeleré el Quijote, es la propia vida.

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  11. Gracias peor defender al colectivo docente.

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  12. Hay que intentar recuperar la ilusión por el conocimiento. Es tarea de todos.

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