ENCUENTROS EN LA ACADEMIA (238)
INFOXICACIÓN
Son muchos los que claman que estamos cerca
de una “infoxicación” universal. Este es un curioso término que se relaciona
con las expresiones de sobre-abundancia de información, o saturación de la
misma. Umberto Eco nos dice que Internet es un caos sin jerarquía y que por la Red
circulan gran cantidad de cosas en un maremágnum incontrolable. Insiste que ese mejunje es mucho peor que la
falta de información, añadiendo que el exceso de información provocará una
especie de amnesia universal.
Otro estudioso de estos temas, el escritor
norteamericano Nicholas G. Carr, llega más lejos. En su libro finalista del
Pulitzer “¿Qué está haciendo Internet con
nuestras mentes?”. Carr analiza los efectos perniciosos de la utilización
abusiva de las tecnologías actuales en la cultura y en nuestras mentes,
concluyendo que Internet provoca una considerable disminución de concentración
y de la capacidad de observación de la realidad, provocando posteriores
perjuicios en la memoria y sobre la capacidad humana de procesar información. En
realidad ─y apoyándose en estudios psicológicos y neuronales─ Carr abunda sobre
una argumentación que expuso en su ya célebre artículo de 2008 ¿Está Google haciéndonos estúpidos?
Sin
embargo ─y aunque se trate de un asunto un tanto manoseado─ el impacto de
Internet sobre nuestro mundo es algo de enorme interés y actualidad. A grandes
rasgos podemos decir que nos entusiasma la tecnología que nos conecta, y que
nos proporciona tremendas facilidades para expresarnos. Pero de la misma manera
percibimos que hay una terrible sobrecarga de información que nos infoxica. Esta
abundancia impide que podamos otorgar
credibilidad a la información que nos abruma, y sumerge en un mar de confusión;
haciendo muy complicado el que podamos discernir entre la buena y la mala
información.
Pero
hay otra cara más oscura. ¿Propicia Internet una intoxicación informativa? No
nos cabe duda de que una información sobre-abundante en una dirección implica
marginar otros aspectos de la misma, quizás más importantes, y más
esclarecedores, pero menos convenientes para quienes son proclives a llevar la
información en el sentido que vaya más en consonancia con sus intereses.
Otra
faceta ─mala─ de la intoxicación informativa mezclada con la saturación, es la manipulación
de temas triviales concediéndoles mucha más relevancia de la que en realidad tienen
para, con ello, desviar la atención de asuntos más importantes para las
personas y para la sociedad en la que viven.
La
confluencia entre intereses políticos e intereses económicos dan como resultado
una saturación de información indigerible rompiendo, y enmascarando, el binomio
información/conocimiento, privándonos de filtros de jerarquía y clasificación,
envolviéndonos en datos contradictorios e intoxicándonos de información.
Ignacio Pérez Blanquer
Académico de Santa Cecilia
Excelente entrada del Dr Pérez Blanquer. Diría que al tsunami de datos brutos se suma que el uso asivo de las nuevas tecnologías lo realiza el sector más joven de la población. Precisamente el más perjudicado por las sucesivas reformas educativas de las últimas décadas, que los han dejado desarmados de capacidad crítica y analítica. Un saludo
ResponderEliminarCreo que el profesor Pérez Blanquer nos debe ilustrar ahora con otro artículo para ver cómo nos podemos defender de la sobre-información.
ResponderEliminarEste tema es muy interesante, gracias.
Gran artículo que nos deja a los amantes del cine con las ganas de un remake, adaptado a estos tiempos, de ciudadano Kane. ¿Habrá algún día un gran big-bang informativo?
ResponderEliminarExcelente artículo que nos hace reflexionar profundamente sobre ese uso abusivo y desordenado de la nueva era de la información.Como en todo : lado positivo y negativo .
ResponderEliminarMagnífico artículo donde el profesor Pérez Blanquer nos pone en guardia de los usos y abusos de las NN.TT . Es Internet el paradigma del conocimiento? Encontramos lo que buscamos o una saturación de opiniones que llevan a la intoxicación mas no a la aclaración? La sociedad del conocimiento actual realmente está informada?
ResponderEliminarFantástico artículo Ignacio. Aunque no estoy totalmente de acuerdo con lo que dice el escritor americano Nicholas G. Carr. La infrautilización cerebral no es culpa de Internet es el resultado de años fomentando la amnesia, el morbo y el espectáculo vacuo. Es más, creo que no usamos apenas lo que nos ofrece las nuevas tecnologías porque nuestros cerebros están atrofiados con la apariencia y el narcisismo, impidiendo a la capacidad intelectual tareas tan pesadas y aburridas como analizar y pensar.
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