CINE (El hombre de las mil caras)

EL HOMBRE DE LAS MIL CARAS


Eduard  Fernández  ganó la Concha de Plata al mejor actor en el recientemente terminado Festival de San Sebastián, por su interpretación en esta película del sevillano Alberto Rodriguez que actualmente se proyecta con gran éxito en nuestros multicines.

La película gustó mucho también en San Sebastián donde era difícil encontrar una entrada para verla y se barajó con insistencia su nombre como una de las candidaturas mas firmes a la Concha de Oro que finalmente se llevó la oriental “Yo no soy Madame Bovary”.

La historia que nos cuenta la película estará muy presente en la memoria de todos los espectadores de mas o menos 50 años pero resultará extraña y desconocida para los mas jóvenes.

Es una historia de tramposos e impostores, de Luis Roldán, el hombre que engaño al propio gobierno con un “curriculum” falso y que sin tener título universitario alguno, se convirtió en Director General de la Guardia Civil y desde ese puesto de privilegio, se aprovechó para hacerse con un capital de 1.500 millones de las antiguas pesetas, pero en esta historia, cada sinvergüenza está protegido por otro sinvergüenza mayor sobre el que recaerán todas las culpas en caso de descubrirse el pastel. Y en este escenario de falsedades y corrupciones surge un personaje insólito, inteligente, calculador y mas sinvergüenza que el propio Roldán, Francisco Paesa que se convierte en la única esperanza de Roldán para escapar de la Justicia y de la ley sin perder todo el dinero que había acumulado. Este es el personaje que interpreta Eduard Fernández y por el que le han dado el premio. Su hombre de confianza y amigo es un piloto, interpretado por José Coronado, que es el que cuenta la historia y que juega un papel importante en la fuga de Luis Roldan hacia Laos, disfrazado también de piloto,  cuando era buscado por todos los rincones del mundo.



La película está muy bien contada, sin detenerse en los aspectos irrelevantes de la misma y llevándonos directamente  a meollo de la cuestión y a la zozobra que sufre ese hombre que lo tuvo todo y que ahora lo único que quiere es salvar el pellejo y vivir una vida tranquila con la fortuna amasada en su época de Director General de la Guardia Civil. Este papel lo interpreta Carlos Santos que guarda un gran parecido con él.

Las maquinaciones de Paco Paesa consiguen engañar al gobierno español, al propio ministro Belloc, que sonaba como futuro Presidente del Gobierno y del que obtiene 300 millones para entregarle a Roldán, lo que le situaría en una situación inmejorable para cumplir sus aspiraciones políticas.

Pero Roldán no quiere perder el dinero y la única solución es que no figure a su nombre y para eso está ahí Paesa que finalmente se queda con los 1500 millones de Roldán y los 300 del gobierno español. De cómo pasa el dinero de la cuenta de Roldán a la de Paesa es todo un ejercicio de malabarismo económico, de sacar por “Caja”, el dinero en varias veces, enviarlo a otra cuenta del otro extremo del mundo, de volver a recibirlo en el mismo lugar del que salió y de que aparezca después en otro banco de un lejano país pero ya a nombre de Paesa.

La película bucea en el interior de las altas instancias del Estado, en las mujeres de los protagonistas, que también tienen mucho que ver en los manejos sucios de sus maridos, en abogados que no son abogados y en una corte de los milagros  en la que nadie es el que parece.
Jesús Almendros Fernández
Crítico de cine, socio colaborador de la Academia
  

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