CINE (UN MONSTRUO VIENE A VERME)
“UN MONSTRUO VIENE A
VERME”
Se
esperaba con expectación en San Sebastián la película de J.A. Bayona y la
verdad es que no decepcionó. La historia
es muy sencilla: Un niño de 13 años se enfrenta a la enfermedad de su madre con
la ayuda de un monstruo que le visita por las noches. El niño lo interpreta Lewis McDougall, la
madre, Felicity Jones, la abuela, Sigourney Weaver y el monstruo Liam Neeson
aunque podría haber sido otro cualquiera porque para el espectador no es mas
que un gigantesco árbol dotado de vida.
En
realidad es un cuento, una historia fantástica repleta de ternura que se
enfrenta al problema del temor a enfrentarse a la verdad, a la realidad. La inclusión en la historia de los cuentos
que el árbol le cuenta al niño, explicados de manera totalmente diferente a
como se viene contando el argumento, como paréntesis irreales, imaginativos o
mágicos dentro del argumento, deteniéndolo y haciéndonos pensar en su verdadero
sentido, nos mantiene en un estado de credulidad-íncredulidad, en una duda
constante sobre la verdad o no de lo que estamos viendo. Tiene mucho de Spielberg del que Bayona se
confiesa admirador absoluto y en ciertos aspectos recuerda a “El laberinto del
fauno”, de Guillermo del Toro. Según nos decía Bayona en la presentación a los medios después de la
proyección, “la verdad puede ser muy dura de escuchar o de enfrentarse a ella”.
El director de “Lo imposible” y “El Orfanato” y la protagonista de “Alien”,
Sigourney Weaver, fueron recibidos en olor de multitud en la sala de prensa
tras la proyección: “Pensé en Sigourney para este papel de abuela, después de
verla en un telefilm como la bruja de Blancanieves que era justo lo que buscaba
para esta historia”, contaba entre risas Bayona. Por supuesto, el papel de la actriz tiene
otras connotaciones mucho mas profundas que hacen que su personaje experimente
un cambio a lo largo de la película cuando el espectador va conociendo todos
los entresijos de la historia. Según el
director, una de sus preocupaciones al trasladar a la pantalla la novela de
Patrick Nees, era la reivindicación de la fantasía como elemento indispensable
para entender el mundo real: “ La realidad, a veces –nos decía- es una sucesión
de hechos sin sentido y lo que hacen las historias que cuentan la literatura o
el cine, es buscarles ese sentido”. El reto de la película era no confundir al
espectador ante los distintos problemas planteados, como el cáncer o el acoso
escolar y también ante la verosimilitud o no de la realidad del monstruo, un
árbol milenario, como representación de la Naturaleza, que cobra vida y se
acerca al protagonista para ayudarle a sobrevivir en un momento dramático de su
existencia.
Patrick
Ness, el autor de la novela en la que se basa la película, presente también en
la rueda de prensa, decía que detrás del descubrimiento de la verdad del que
hablaba Bayona, estaba el paso de la infancia al mundo adulto, “ese momento
–decía- en el que comprendes y aceptas que eres un individuo complejo, una
persona, con emociones y sentimientos contradictorios”. Por su parte, Sigourney Weaver decía en la
misma rueda de prensa, que “las mujeres sabemos que somos fuertes, que somos el
ligamento que mantiene unido al mundo. Todo lo que he intentado es presentarlas
tal como somos, con nuestros momentos de desesperación pero incapaces de
sentarnos a esperar a que venga un hombre a arreglar las cosas”.
Jesús Almendros Fernández
Crítico de cine, socio colaborador de la Academia
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