EL MUNDO DE LA MÚSICA. Introducción (II)
Los pueblos de lengua
aria llegaron a la India entre los años 1500-1000 a.C. procedente de Asia
occidental. Los textos sagrados de los arios se transmitieron oralmente hasta
que los “rishis”- sabios - los
transcriben a los cuatro libros Vedas – literalmente conocimientos – que contienen plegarias, himnos y rituales
relacionados con sus divinidades. Los himnos contenidos en el más antiguo de
los cuatro libros, el “Rigveda”-
himnos vedas – se cantaban en tres entonaciones distintas: “udatta” – elevada o nota más aguda -; “anudatta” – no elevada o nota más grave - y “Svarita” – sonada o nota media. Las notas correspondían
estrictamente a las palabras en el acento y en el ritmo prosódico, a razón de
nota por sílaba. Otra forma de canto, menos austera y más rica melódicamente,
se encuentra en el Samaveda – cantos
vedas - cuyas letras, adaptaciones
del libro noveno del Rigveda, están
ligadas a la escritura musical. En un principio, su escala era de cinco notas,
para pasar después a ser de siete.
No
hay duda alguna de que los egipcios, al igual que los mesopotámicos, conocían
los intervalos de octava, quinta y cuarta, pero no puede suponerse que
conocieran la armonía tal como se entiende en la actualidad. No existe obra
alguna que trate acerca de la teoría musical egipcia, pero puede afirmarse,
leyendo a los escritores griegos, que utilizaba
la teoría pitagórica. Claudio Ptolomeo, nacido en Alejandría, y al que
siempre se le consideró griego, fue un importante matemático, astrólogo y
teórico de la música.
La
cultura mesopotámica, a través del Asia Menor, llegó a Tracia hacia el año 980
a.C. y con ella el mito de Orfeo <<Padre
de los cantos>>, y el de Lino que dio el verso y la música a los
griegos, pero son los legendarios frigios, Terpandro y Olimpo, a los que se les consideran los
padres de la música griega. De Olimpo se dice que, hacia el año 900 a.C.,
introdujo los “nomoi”, formas
melódicas tradicionales, frases cortas repetidas una y otra vez, en las que se
basa la música del “aulos” - tipo de
flauta doble -. La lira pulsada con los dedos o con el plectro, en preludios e
intermedios, servía para dar el tono o altura a la voz del cantor.
Los pueblos que
llegaron a la península helénica, hacia el año 1900 a, C., procedentes de Europa, desarrollaron la cultura de la Hélade
que, al fusionarse con la cultura minoica de Creta, que a su vez había recibido
la influencia egipcia, se convirtió en la cultura micénica griega, la cual,
después de cinco siglos, llegó a
desarrollarse con plena autonomía. El periodo que va desde el año 1400
al 1100, más o menos, y al que posteriormente se le denominó “Edad Heroica”, fue de asimilación y de
aceptación de determinados mitos, relativos a los orígenes de la música,
vinculados a Egipto.
Se cree que Pitágoras (582-500 a.C.), después
de sus estudios en las escuelas mesopotámicas, los continuó en los templos
egipcios, y es a él a quien se le atribuye los orígenes de la teoría de la
música griega. Hizo estudios físicos y matemáticos de los intervalos tonales
que formaron la base de las investigaciones de los teóricos musicales de la
edad media. Los pitagóricos concibieron la escala musical como un elemento
estructural dentro del cosmos, donde el firmamento se reflejaba como una
armonía <<la armonía de las esferas>>
y el espacio tonal se obtenía por medio de una sola cuerda tensada <<monocordio>> de manera que
reflejase esa armonía.
Academia de Santa Cecilia
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