EL MUNDO DE LA MÚSICA. CAPÍTULO III
La música del Renacimiento (s. XV-XVI)
En el periodo comprendido entre los años de 1450 a 1600, la música
evoluciona tanto en sus formas como en su interpretación e instrumentación. Al
mismo tiempo que la música vocal polifónica franco-flamenca, paradigma de la
música sacra, ámbito en el que se consideraba la más alta expresión musical,
alcanzaba su plenitud; la música secular y, en particular, la música
instrumental, progresaban también de un modo extraordinario. Surgía una nueva
época y un nuevo estilo: El Renacimiento. Su propio
nombre lleva implícita la esencia del nuevo movimiento: volver a nacer.
Los príncipes, gracias al florecimiento de los bancos, alcanzaron un poder
que les permitió rivalizar política y culturalmente con la Iglesia. El comercio
y la industria crearon una nueva clase media elevada; entre los artistas y
menestrales se renovó el interés por los ideales de la antigüedad clásica, el
equilibrio y la armonía de las formas, y cada individuo se esforzaba por
aumentar sus conocimientos y afirmar su derecho al libre ejercicio y desarrollo
de su voluntad.
La elevación y espiritualidad de la arquitectura gótica fue sustituida por
líneas rectas de proporciones netas y serenas. En la escultura y la pintura, el
interés se centró en la figura y la naturaleza humana, donde buscaban la belleza
y el carácter, la claridad en la composición y construcción lógica como
reacción contra el rebuscado y florido naturalismo del último Gótico.
El pintor Rafael de Sanzio y el compositor Palestrina
dieron la más pura expresión a los rasgos distintivos y característicos del
Renacimiento. La música trataba de interpretar los sentimientos y pasiones de
la gente del pueblo, tanto que el santo y seña de la estética musical
renacentista era: <<Dare spirito vivo alle parole>>.
La innovación más importante de principios del
Renacimiento fue la creación de la música coral. Ésta supuso el requisito
previo del que surgieron los demás adelantos posteriores. A partir de 1420, el
término coro empieza a aparecer con más frecuencia en los
manuscritos de la polifonía sacra. Los compositores de principios del
Renacimiento abandonaron pronto el concepto medieval de las consonancias
perfectas, continuamente repetidas en todos los tiempos fuertes. El propósito
de los compositores renacentistas era respetar las palabras a las que ponían
música; unificar y armonizar las voces, armonía y unidad de la que carecían los
maestros flamencos del gótico.
No obstante, los experimentos cromáticos de los madrigalistas italianos
empezaron a diluir la estructura diatónica de la polifonía renacentista.
La forma musical más cultivada en esta época fue el madrigal.
Su estilo, imitado de la música “a capella”, exigía la claridad de los
textos, lo cual influyó sobre la música religiosa. Los primeros madrigales representaban
la convergencia de dos líneas de desarrollo artístico: una de carácter
literario y otra musical. En su mayoría eran o bien armónicos, como la chanson,
o intermitentemente polifónicos, como la frottola. Otros se
diseñaron como serenatas para ser cantadas a las madonne por
nobles cortesanos o ricos mercaderes.
Junto al madrigal se desarrolló la música instrumental, y los instrumentos
musicales del siglo XVI empezaron a usarse independientemente por toda Europa.
A finales de este siglo, la música religiosa muestra ya la inequívoca
influencia de los estilos seculares de lachanson y del madrigal.
A principios del siglo XVI, la mayoría de la música instrumental tomó la
forma de variaciones de canciones populares conocidas pero, poco a poco, fueron
apareciendo las formas puramente instrumentales, sobre todo música para órgano,
laúd o vihuela. Por primera vez Inglaterra alcanzó un lugar preeminente entre
las naciones musicales. Junto al madrigal desarrolló música
instrumental para el virginal, instrumento de teclado precursor del
clavicémbalo.
La “basse dance” fue sustituida por la “pavane”, la pavana
española, un baile lento de compás binario, que el flautista tocaba
cuando una novia se encaminaba a la iglesia, o cuando los sacerdotes, los
maestros y demás miembros de los gremios importantes, desfilaban con escolta en
las procesiones solemnes. No obstante, fue el laúd el
instrumento más popular por la gran cantidad de música escrita para éste por
los compositores de pavanas, gallardas, saltarello y passamezzo. El laúd continuó
siendo el instrumento favorito de los franceses hasta muy avanzado el siglo
XVII.
En España fue la vihuela – especie de guitarra afinada
como el laúd - el instrumento que interpretó alguna de las
composiciones más hermosas de toda una época. Si el laúd y la vihuela fueron
los instrumentos preferidos para las composiciones
festivas, populares y ligeras; para las composiciones sacras y de cámara fueron
los instrumentos de teclado: órgano, clavicémbalo y clavicordio, los más
usados por compositores e intérpretes.
El resultado más novedoso del espíritu renacentista fue la ópera, y
Monteverdi (1567-1643) su precursor, no obstante no llegó a su plenitud hasta
el periodo siguiente, ya entrado el siglo XVIII.
Academia Santa Cecilia
NOTA:
La importancia que
adquiere la cultura en esta época, asentada por el espíritu humanista y,
favorecida por la invención de la imprenta, hacen posible el desarrollo de la
música profana e instrumental; se publican las primeras partituras, obliga a
los músicos a especializarse y a dedicar su vida a este arte.
Ahora la música suena
distinta: el perfeccionamiento de la técnica polifónica y los cambios en la
armonía, antecedente de los acordes de nuestro sistema tonal actual, han realizado el cambio.
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