EL GENTILICIO DE LOS CIUDADANOS DE EL PUERTO DE SANTA MARÍA (7 de 8)
De
este mandato aparecerá un extenso folleto bajo el título de “Solemnidades
heroicas, festivas demostraciones…”, y aquí también se hace referencia a
portuense, como gentilicios de los ciudadanos de El Puerto de Santa María.
Parece como si en este año de 1746 ya estuviera generalizado dicho gentilicio y
fuera el momento de expandirlo a los cuatro vientos. En esta publicación se exponen
los actos de la víspera, de la noche del día once, cuando todos los vecinos engalanaron
sus balcones y fachadas, encendieron luminarias, y los conventos e iglesias
voltearon reiteradamente sus campanas provocando un sonido agudo, chirriante e
ininterrumpido que no dejó a ningún ciudadano indiferente.
En
la página 10 describe como los portuenses se agruparon en torno a nuestra
Patrona la Virgen de los Milagros, y así
“…
al amanecer de ese día la fulgurante carroza de luminosas ardientes luces y de
lucidos esplendores sobre el Puerto de Santa María, no tanto por el defecto a
preceptivas leyes de su padre, cuanto por ilustrar este Portuense Mariano Olimpo con los solares fulgores”
Y más
adelante, en la página 32, recoge la jornada del día 12, revelándonos cuál era
el estado de ánimo de los vecinos en aquellos días,
“…quedando
aún más encendidos en afectuosas llamas de lealtad los Portuenses pechos, siendo admirable que en tan inmenso concurso no
se advirtiese desgracia, ni sinsabor alguno”
Por
no ser reiterativo, no nos detenemos en hacer referencia a otras varias citas
que recoge el documento, en que se cita como único gentilicio el de Portuense. Sí queremos destacar que
pese a las escasas reglas ortográficas de estos años, los redactores del
documento, en un deseo de resaltar la importancia del gentilicio portuense,
siempre lo hacen escribiéndolo con letra mayúscula.
El
gentilicio de los ciudadanos de El Puerto, ya tiene fecha de nacimiento, mes y
año, el primero es el de agosto y el año el de 1746.
Transcurren
diez años de esta publicación. Estamos en 1756 y la ciudad de El Puerto, por su
actividad comercial ha traspasado fronteras siendo conocida más allá del ancho
mar que nos bordea. Pero además, este florecimiento no es sólo comercial, lo es
también cultural, de desarrollo de las nuevas ideas ilustradas, con un
personaje tan representativo como el erudito Juan Luis Roche, al que dediqué en
el año 2002 un trabajo monográfico sobre su interesante biografía. De igual
manera, el gentilicio de portuense, cabalgando en el ancho y robusto lomo del
topónimo de El Puerto, traspasa los límites de nuestro país dándose a conocer
en otros extranjeros. Cuando muchas poblaciones españolas aún no tienen un gentilicio,
el de portuense es conocido más allá de nuestras fronteras, en europeas y quizá
en regiones americanas.
En
este año de 1756, Roche es recibido por la Academia Portuense Portopolitana,
aquella que se venía buscando insistentemente en nuestra ciudad, y que localicé
y ubiqué en la ciudad portuguesa de
Oporto. Esta adhesión le llevó a publicar su “Nuevo System a sobre las causas
física de los terremotos…”, y se lo dedica “A la muy erudita y esclarecida
Academia Portuense Portopolitana” elogiando la ciudad de Oporto y su semejanza con
esta de El Puerto de Santa María.
Destaca
que ambas están a orillas del océano, con un rio que las bañan, que tienen
nombres alusivos a la Virgen, y por último
“…que
los fidelísimos Portuenses han
tenido presente esta noticia, cuando ya vienen las cartas firmadas con el
glorioso epíteto de Civitas Virginis.”
Nueva
alusión concreta, y esta vez en una publicación de un erudito cualificado, que
debió pasar un sinfín de censuras y aprobaciones. El gentilicio de El Puerto, y
de Oporto, era y es, el de portuense desde mediados del siglo XVIII de manera
documental,y probablemente, sin poderlo afirmar, desde el primer tercio de
dicho siglo.
Debió
quedar zanjada la cuestión del gentilicio de “portuense” con otro trabajo de
Juan Luis Roche de 1757, que yo recogí en 2002. Publica su “Disertación Médica
Moral sobre el limitado poder de los abortivos”, y a la finalización agrega los
estatutos de la Academia Portuense Portopolitana, indicando que
“Habiendo
recibido algunas cartas de personas distinguidas, solicitando les informase si
se había fundado en esta ciudad alguna Academia y cuál era su objeto y
ordenanzas, debo persuadirme que otros que no me han escrito tendrán el mismo
deseo, y quiero satisfacerlos, mayormente habiendo movido estas dudas mi último
impreso.
Es
el caso, que habiendo dedicado aquel escrito a la Real Academia Portuense,
creyeron que esta Academia estaba en esta ciudad del Puerto de Santa María,
porque así se podría llamar si así estuviese en ella, y no siendo así, quiero,
pues, sacar de estas dudas y equivocaciones, dando noticia de la Academia, como
de su fin y estatutos”
Queda
claro, con estos escritos del ilustrado Roche, que ya por estos años el
gentilicio de portuense estaba generalizado, y como desde entonces, y hasta
nuestros días, siempre es consignado como el de El Puerto.
Sólo
a modo de ejemplo indicar que Anselmo Ruiz de Cortazar, quien escribiera la
primera Historia de El Puerto durante los años 1763 y 1764 lo utiliza en 18
ocasiones; Joaquín Medinilla, en su adicional al mismo de 1894, en otras 31; el
archivero Cárdenas, en también la Historia de El Puerto de 1904, en 37, y así
podríamos seguir citando cuantas obras se han escrito sobre la ciudad, incluidos
bandos, memoriales, y demás documentación que se encuentra en el archivo
municipal. De manera análoga, y adhiriéndonos a ese “principio de autoridad”, decir
que cuantos personas ilustradas, cualificadas, han escrito sobre nuestra
ciudad, siempre han utilizado, como único gentilicio el de portuense.
Academia de Santa Cecilia
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