CANTE FLAMENCO. Capítulo VI (2)
La Liviana, como el martinete y la debla,
es un cante antiguo compuesto, derivado de
la toná, con algo de serrana y aire de debla en su tercer verso. Su entidad es
de seguiriya corta, tal como denota su compás, que le infiere una cualidad de
cante de preparación innegable. Si el compás es de seguiriya, la melodía y las letras se asemejan a las coplas serranas, pero se cantan sin
acompañamiento de guitarra.
José
Blas Vega ha escrito la siguiente teoría sobre la Liviana:
<<Creemos
que la liviana venía a ser, antiguamente, como la preparación del cante.
Los antiguos cantaores llamaban cantar
con guía al empezar - dentro de una misma estilística – con un cante corto,
sencillo, para continuar con dos o tres estilos de entonaciones cambiadas. La
liviana, en la serrana, cumple perfectamente la misión, ya que prepara al
intérprete para que entre con el poderío que requiere este cante y no con la
lentitud habitual de los cantaores>>.
Excelentes intérpretes de livianas han sido: el Tío Juanelo, Antonio Mairena, “Pepe de la Matrona”, “Juan Talegas”, “Fosforito”
y José Meneses.
Algunas letras de coplas cantadas por livianas:
Ya nadie tiene fatigas,
que toas las tengo yo,
que
tengo una losa negra
dentro
de mi corazón.
-----------------------
Soy
un pozo de fatigas
que
un buen manantiá tenía,
que
a la par que crese el agua
van
cresiendo mis fatigas.
------------------------
Van
cresiendo mis fatigas
porque d’este manantiá
por
instante se me yena
y
no lo pueo agostá.
Livianas: https://www.youtube.com
o
Martinetes,
Carceleras y Galeras
El Martinete es la más popular de las tonás, y su
música melancólica una de las más hermosas. Prototipo de cante gitano al que se
le atribuye origen herrero y fragüero, oficio en el que los gitanos son
verdaderos maestros.
Hoy,
los cantaores – se afirma en Mundo y
formas del cante flamenco – suelen llamar martinetes a las tonás. La analogía del martinete con las carceleras y galeras - que no son otra
cosa que tonás - todos ellos cantes a palo seco, sin acompañamiento alguno, ni
de guitarra, ni de palmas, ni de golpes de yunque ni de bastón, aunque hoy se
adorne de estos últimos.
Ricardo
Molina lo describe así:
<<Cante sin compás, libérrimo,
desolado, como un lamento nocturno de una tribu errante bajo la luna por
tierras desconocidas, el martinete empieza a desarrollar su plañidera melodía
trabajosamente y como arrastrándola con esfuerzo penado que tira de pesadas
cadenas, pero luego se remonta a regiones de libertad y allí despliega su vuelo
con majestad aquilina para expirar en un gemido angustioso>>.
El martinete es una toná de impresionante grandeza que
puede emular a la toná grande. Pocos
cantes tan desgarrados y exigentes como él muestran su fuerza dramática y
subyugadora.
No
existe una diferencia clara entre martinete y
carcelera o galera, al menos en el orden musical. Lo que distingue a la carcelera son las letras que, como su
nombre indica, aluden a presidio y encarcelamiento. Son tonás que en sus
letras describen el sufrimiento de los gitanos condenados a presidio o a
galeras, y la persecución que sufrieron en el siglo XVIII.
Martinetes
: https://www.youtube.com
Carceleras:
https://www.youtube.com
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