Simbología
La
iglesia de San Martín de Frómista es uno de los centros mágicos del Camino de
Santiago, ya que reúne los elementos fundamentales del arte románico, además de
los misterios arquitectónicos, la cábala y el esoterismo, Para adentrarnos en
sus muros empezaremos contando la historia del mayordomo del hospital de San
Martín, que fue excomulgado por no haber devuelto un préstamo que le había
concedido un judío para realizar reparaciones en el albergue, El mayordomo se
olvidó de la pena eclesiástica; y cuando se acercó a comulgar la hostia se
quedó pegada a la patena, que desde entonces se conserva en un relicario para
su veneración.
Uno de
los primeros aspectos que caracteriza al románico es su teología, ya que este
arte se fundamenta en la bajada de Dios a la tierra. El cuadrado es el símbolo
terrestre por excelencia. La planta está formada por dos cuadrados, dentro de
los cuales se circunscriben los ábsides y el diseño lineal de las naves. El
cuadrado reúne más simbolismos, como los cuatro puntos cardinales representados
en las ventanas de la linterna que iluminan un crucero completamente cuadrado.
El aspecto religioso del simbolismo del cuadrado lo apreciamos en el Tetramorfo,
donde las representaciones de los cuatro evangelistas en las trompas convierten
el cuadrado en octógono comunicando lo terrestre a través del ocho con el
círculo de lo celestial. El ocho simboliza la comunicación de Dios con el
hombre, materializado en la justicia
divina. Si analizamos el conjunto de los elementos arquitectónicos situados en
la vertical del crucero, se aprecia la morada de Dios (círculo) que se comunica
(octógono) con el hombre en la tierra (cuadrado). Los cuatro evangelistas que
sustentan el peso físico de las cargas verticales representan la doctrina.
Tiene
su ábside orientado hacia el este, para que la primera luz del alba ilumine con
su fuerza, venciendo a la oscuridad nocturna que simboliza el pecado. La luz se
adentra por el ábside, iluminando con su primera fuerza el presbiterio; en el
caso de San Martín es cuadrado y está iluminado, contrarrestando la oscuridad
cuadrada del resto del templo. Otro de los elementos celestes es la cúpula, que
representa la morada de Dios y de las estrellas, tiene los óculos en su lado oeste,
por los que entran los últimos rayos del sol del día, simbolizando el juicio
final.
Las
piedras están llenas de significados mágicos y misteriosos. Los capiteles representan
la lucha del bien contra el mal; la presencia de Dios (principalmente en los gallos
del cimborrio); el infierno (que castiga a los que pecan de lujuria, avaricia, soberbia,
ira, gula y pereza. El capitel
que muestra a Adán y Eva en el Paraíso, con la serpiente y el árbol de la
fruta prohibida. Era la intención de la Iglesia medieval, recordarles a los
fieles que, desde el principio de los tiempos eran pecadores. Otros de temática
moralizadora: escenas de una reyerta, la fábula del cuervo y el zorro, una
mujer que parece embarazada entre hombres y leones, personas que cabalgan leones,
etc.
Los
canecillos nos están hablando claramente del infierno, ya que a lo largo de sus
figuras se descubren 91 demonios, 50 condenados y 16 animales representativos
de vicios y pecados. También se aprecian en las batallas míticas entre el bien y el mal,
y en las diversas representaciones del reino del demonio.
La
simbología de los números es una de las artes más antiguas de las técnicas
iniciáticas de construcción.
En
el exterior tiene una estructura totalmente proporcionada. El equilibro se basa
en las cifras, en la perfección del número:
1 y
2: La unidad y la dualidad se encuentra en muchos de sus elementos, aunque los
más representativos son la linterna octogonal y las dos torres.
3.
Es la plenitud de lo sagrado, ya que representa la Trinidad. Esta aparece en las tres naves y las tres ventanas
del ábside.
4.
Representa lo terreno por los cuatro elementos, los cuatro puntos cardinales,
las cuatro visiones evangélicas de la vida de Cristo. El cubo es el cuadrado
perfecto.
5.
Es el símbolo del pentagrama, de la exactitud del hombre.
6. Es el número de la perfección aritmética, el
resultado perfecto; (1 + 2 + 3 = 1 x 2 x 3); 6 son los días de la Creación y
los estadios los que tiene que pasar el conocimiento para alcanzar la
comprensión de la Divinidad. En San
Martín encontramos que seis son los tramos desde el ábside del alba hasta la
puerta del poniente, el recorrido entero de la luz solar.
7. Es la suma del cuadrado y el triángulo, el monte que se eleva desde
la tierra al cielo; el número coincide con los estadios de bienaventuranza
islámica; y 7 son los niveles del templo: basas, columnas, capiteles, arcadas
transversales, arcadas de la bóveda y cúpula de la linterna.
8. El 8 es la verticalidad del infinito, las
direcciones cósmicas del Crismón; representa los cuatro elementos y su
proyección cósmica; lo encontramos en los lados de la linterna que conduce a Dios.
9. Es el número del saber supremo que precede
a la totalidad.
Los tejados que protegen San Martín son 9: 2
torres, 1 nave mayor,
2 naves laterales, 1 linterna, 2 brazos del crucero y 1 ábside.
10.-
Es el número de la totalidad terrestre. El 10 indica el camino y es el número
de los tramos de las naves laterales que el peregrino tiene que recorrer para
alcanzar la clave del templo.
11. Es la cifra del pecado, ya que resulta de la
media entre la perspectiva cósmica (12) y la humana (10). El 11 es la magnitud
del pecado, por ser el número al que quedaron reducidos los Apóstoles después
de la traición de Judas.
12.
Es el número que representa la perfección cósmica, que suele presentarse sumada
a la unidad; y así vemos que son trece las ventanas que permiten la entrada de
la luz solar en el interior del templo.
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