EL GENTILICIO DE LOS CIUDADANOS DE EL PUERTO DE SANTA MARÍA (4 de 8)
Tras
esta exposición entramos sin más preámbulos en el gentilicio de los ciudadanos
de El Puerto de Santa María.
Para
su estudio creo necesario, aunque brevemente,que nos retrotraigamos a los
orígenes de la ciudad de El Puerto, a su privilegiada situación geográfica
dentro de la bahía gaditana en la desembocadura del río Guadalete a resguardo de
los agresivos vientos de poniente que se introducen en ella por su bocana desde
el océano Atlántico, ocasionando fuertes vendavales a lo largo del periodo
invernal.
La
ciencia arqueológica nos revela que las primeras huellas de asentamiento humano
en El Puerto de Santa María pertenecen al Paleolítico Inferior, como así da fe
de ello el yacimiento de “El Aculadero”, el de “Las Arenas” en el Mesolítico,
y el fenicio del Castillo de Doña Blanca cuyos restos más antiguos pertenecen a
una fase tardía de la Edad del Cobre, de finales del III milenio aC., y de
vital importancia para estudiar los orígenes de El Puerto, datado desde finales
del siglo IX hasta finales del II aC.
Más
recientemente, en cuanto a la fundación de la ciudad por el capitán griego
Mnestheo, hijo de Peteo, undécimo rey de Atenas, cuenta la leyenda, sólo antigua
leyenda, que después de la destrucción de Troya, donde logró penetrar con otros
valientes capitanes escondido en el famoso caballo de madera ,tras haberle sido
usurpado el poder en su ausencia, en vez de volver a su madre patria, navegó
por el mar sin rumbo determinado, arribando con sus guerreros y marineros a unas
playas, en las orillas de un río que entonces llamaban los naturales Criso,
donde se estableció constituyendo un pueblo al que gobernó según las rígidas
leyes griegas, nombrándolo Puerto de Menestheo. Este hecho histórico debió
tener lugar alrededor del año 1184 aC, ya que la guerra de Troya tuvo lugar
entre los años 1194 y 1184 aC, o sea, hace aproximadamente unos 3.200 años.
Esta
primitiva ciudad fue desplazada de su ubicación inicial a la localización
actual en la época romana bajo el nombre de Portus
Gaditanus, por el patricio gaditano Lucio Cornelio Balbo el Joven, hacia el
año 19 aC., estableciendo en las orillas de nuestro Guadalete el fondeadero de
las naves romanas.
En
la época medieval, y más concretamente en la musulmana, a partir del año 711 en
que se produjo la Batalla de Guadalete y la derrota del ejército visigodo que
supuso la entrada de los árabes en la península, la toponimia de la ciudad evolucionó
a Alcanter, Alcántara, Alcanathier,
Alcanatif, Alcanate, cuyo significado pudo ser el de Puerto de las Salinas,
como refiere nuestro Académico y doctor, profesor de la Universidad de Sevilla,
el Ilmo. don Juan José Iglesias en su obra El Puerto de Santa María.
En
1260, con la conquista de la ciudad a los musulmanes por Alfonso X El Sabio, el
nombre de la ciudad cambió a Santa María del Puerto. Acontecimiento que quedó reflejado
en el Cancionero de Santa María del Puerto en la cantiga número 328.
No
es necesario abundar en el sentido de que el topónimo de El Puerto de Santa
María siempre ha girado alrededor de este accidente geográfico. De una u otra
manera su puerto marítimo ha sido el santo y seña de la ciudad, y por lo tanto
alrededor de éste debía generarse y estar su gentilicio, es decir el de
portuense, del latín Portuensis, “del puerto”, como actualmente lo contempla la
Real Academia Española, aunque haya existido un periodo más extenso de lo
deseado, en que un movimiento intenso de vaivenes, de bandazos violentos
lexicográficos, ha confundido a muchas personas interesadas en el tema.
Dice
la vigesimotercera edición, de 2014, de la Real Academia Española, que Portuense es el “Natural de El Puerto
de Santa María, localidad española de la provincia de Cádiz, o de alguna otra
de las poblaciones denominadas Puerto”; y en su segunda acepción perteneciente
o relativo a alguna de las poblaciones denominadas Puerto, como Puerto de Santa
María, o a los portuenses.
Es
significativo observar que en esta segunda se toma como punto de referencia el
gentilicio de portuense, los de El Puerto de Santa María, para todas las
ciudades, muchas, cuyos topónimos se denominan puerto, tales como, sin salirnos
de España, Puerto de la Cruz, en Tenerife; Puerto Lapice, en Ciudad Real; Puerto
Moral, en Huelva; Puerto Rey, en Toledo; Puerto del Rosario, en Fuerteventura;
etc., etc.
Academia de Santa Cecilia
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