ENCUENTROS EN LA ACADEMIA (16) La renovación de la Armada Española
En la sección habitual del "Diario de Cadíz" titulada «Encuentros en la Academia» don Enrique Tapias Herrero, historiador y marino, nos habla sobre la renovación de la Armada Española en tiempos del marqués de Ensenada, uno de los personajes más relevantes del siglo XVIII. Este será el tema de la conferencia que pronunciará esta noche en la Sede Social de la Academia de Bellas Artes de Santa Cecilia, c/. Pagador, 1 a las 21:00 horas. El conferenciante será presentado por el también Capitán de Navío (R.) don Francisco J. Súnico Varela.
La renovación de la Armada Española en tiempos de Ensenada
El marqués de la Ensenada es una de las
figuras clave en el siglo XVIII para comprender la gran renovación que sufrió
la Marina Española a lo largo del siglo. Con él hay que destacar igualmente a su
mentor y descubridor José Patiño.
Varios historiadores del siglo XIX como Amós
Salvador o el Padre Isla, lo califican como “el mejor ministro que haya nunca
tenido la monarquía española”. El marino e historiador Fernández Duro lo
califica de genio, destacando no sólo como el organizador e impulsor de la
nueva marina, sino también por su esfuerzo en dotar a España de un desarrollo
científico y técnico que nos pusiera a nivel europeo. Pero los mejores piropos
vienen de sus enemigos, como el embajador inglés Keene, que luego contribuiría
a su defenestración, cuando anuncia a Inglaterra el temor que le producía el
programa naval de construcciones de Ensenada.
Zenón de Somodevilla nace en La Rioja en
abril de 1702. De humilde cuna y formación discreta, tuvo que usar de su
astucia y pragmatismo para navegar entre un mundo hostil de cortesanos
privilegiados con títulos y maneras refinadas. Esta carencia, junto con su baja
extracción social, ha sido disfrazada por Ensenada con unas maneras altivas y
un cuidado extremo en su imagen.
De sus múltiples ocupaciones como Secretario
de Estado de Marina, Guerra, Indias y Hacienda, lo que ha tenido más
trascendencia son sus trabajos con la Marina, relativos a la construcción naval
y a la organización, así como su proyecto de reforma fiscal con el famoso Catastro.
Ambos trabajos estaban muy relacionados, pues era inviable acometer un gran
programa naval de construcciones si no había recursos disponibles.
A
comienzos de siglo España tenía varias agrupaciones navales prácticamente
independientes en el Atlántico, el Mediterráneo y el Pacífico. En la práctica,
la potencia naval de esas fuerzas era casi nula, bien por el escaso número de
embarcaciones, o por la antigüedad de muchas de ellas. Durante la Guerra de
Sucesión, la Marina Francesa de Luis XIV, apoyaba con sus buques a su nieto
Felipe V, ante la falta de unidades españolas, pero nunca gratuitamente. Por
todo ello tras el Tratado de Utrecht quedó claro para la Corona la imperiosa
necesidad de la reconstrucción de la flota que era necesaria para la defensa
nacional, para la recuperación de territorios perdidos con el Tratado y también para escoltar a los
convoyes de la Carrera de Indias.
Tinajero, Patiño y luego Ensenada fueron los principales
artífices del planteamiento y desarrollo de una nueva marina, que tomaba como
ejemplo a la francesa en cuanto a su organización. Se crearon los tres
departamentos navales con sus arsenales, racionalizando e impulsando los
trabajos en los astilleros e industria auxiliar. Al final del reinado de Carlos
III la flota española era sólo superada por la inglesa, aunque existían algunas
debilidades como la escasez de dotaciones eficaces.
Enrique
Tapias Herrero
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