Entradas

Mostrando entradas de julio, 2016

El ajedrez dentro del ajedrez

Imagen
«Ya se había hundido el sol, pero un esplendor final exaltaba la viva y silenciosa llanura, antes de que la borrara la noche.» J. L. Borges, “El Sur” El balneario tenía la fachada color marfil de ínfulas neoclásicas. La planta era muy grande y de forma rectangular, tenía dos pisos hasta la mitad y después solo el bajo. Unos pocos escalones le daban cierta magnificencia a la entrada. La edificación estaba rodeada de pinos.          Solo entré allí el día de mi llegada a los trámites de recepción, en el mostrador a la izquierda. Al otro lado estaba el comedor. El techo era bastante alto y colgaban de él tres lámparas en línea ─de esas de “araña”─ que iluminaban de modo insuficiente.  Había ocho mesas preparadas para cuatro comensales cada una, estaban ocupadas únicamente dos y la nuestra era la tercera. Elegimos la más cercana a una ventana; me asomé a ella antes de tomar asiento; vi que debajo había algunos trastos amontonados. A los pocos metros empezaban los pinos.        

XV Ciclo Cultural “Los martes de la Academia” agosto 2016.

Imagen
Un año de conmemoraciones Se nos presenta un año repleto de evocaciones que han dificultado la formación de un programa en torno a un tema como viene siendo siendo habitual en nuestros Martes de la Academia. La coincidencia en un mismo año de varios acontecimientos en torno a escritores como Cervantes, Shapeskeare, Juan Ramón Jiménez, pintores como El Bosco o científicos como Marconi, nos han llevado a prepara un programa que titulamos “Un año de conmemoraciones”. Con ello pretendemos dar respuesta al interés despertado por todos estos personajes y por sus obras. La Academia quiere sumarse a estas celebraciones con conferencias dadas por expertos en la materias y que, como siempre, darán cumplida satisfacción al nutrido grupo que asisten a estos actos. Deseamos que este programa sea del agrado de todos  les esperamos en el patio de la Academia. ¿En un lugar de La Mancha…? Que la Academia rinda homenaje a Cervantes, en la celebración del 400 aniversario de

ENCUENTROS EN LA ACADEMIA (271)

Imagen
FELIPE GUILLÉN             Basta con leer los capítulos IV y V del “Estebanillo González” para comprobar cómo en este Gran Puerto de Santa María han abundado los pícaros. Lea, por ejemplo, los dos últimos capítulos del “Guzmán de Alfarache” y verá cómo en torno a las galeras de  El Puerto pululaban por doquier los pícaros. Adéntrense en la Historia de El Puerto, de Cortázar, y comprobará cómo Marco Tulio Calizón se hizo pasar en este Gran Puerto por el Rey Don Sebastián de Portugal. O la historia del falso Nuncio de Portugal, un portuense judaizante que se hizo pasar por cardenal se marchó a Portugal, fue recibido por el Rey, se instaló en la Nunciatura , estableció en aquel país la Inquisición y, cuando tenía quemados a muchos, se descubrió el pastel y terminó condenado a remar en las galeras de El Puerto. Pícaros ha habido en esta Ciudad y, muchos, se han intentado mofar de los lusos ilusos. Hay uno muy especial de quien hoy traigo memoria y loa. Se trata de Felipe Guillén, n

II GALA POÉTICA-MUSICAL, 21 julio 2016.

Imagen
NUESTRO AGRADECIMIENTO AL SOCIO VICENTE GONZÁLEZ LECHUGA POR LA GRABACIÓN DEL VÍDEO. PULSAR EN LA IMAGEN PARA VISUALIZARLO 

Quevedo, el olvidado

Imagen
Aquella tarde llegué un rato antes de lo habitual, todavía aparentaba dormir. La mecedora estaba quieta y el bastón le colgaba un poco de entre los dedos. Muy despacio y sin hacer ruido me senté en el escalón del porche de la cabaña, pegado al marco izquierdo de la balaustrada de madera vieja que lo rodeaba. Imaginé que María K. ya sabría que yo estaba allí. Miré al suelo lleno de ramas, arena, hojas; algunas verdes, otras muy secas; algún insecto correteaba despavorido. Decidí coger un trozo de caña de cuatro o cinco entrenudos. Me llamó la atención porque los entrenudos eran abarrilados, cosa no corriente. Comencé a desbrozarla con las uñas, a quitarle las hojas secas y pegadas que salían de cada nudo.        Debí hacer más ruido del deseado.        ─¿Ya estás ahí? ─preguntó con ese acento especial del que acaba de despertar.        ─Acabo de llegar hace un par de minutos. Me he sentado aquí para que la madera del porche no crujiese.        No le dije la verdad, la rea

ENCUENTROS EN LA ACADEMIA (270)

Imagen
ROMA LA CIUDAD ETERNA                                                            La ciudad de Istambul debe su nombre a que los viajeros decían en griego "eis ten Polin" cuando se dirigían a ella: a la Ciudad. Así hacían los romanos con respecto a su Urbe. Y es que pocas ciudades como Roma han tenido en la historia la capacidad de ser "la Ciudad" por antonomasia de una  civilización.             Cuando se visita, por ejemplo, la Basílica de San Clemente en Roma, el descenso a la cripta y a las excavaciones inferiores permiten recorrer en una bajada de unas decenas de metros siglos de historia hasta un antiguo santuario del dios Mitra. Pocas ciudades conservan tantas muestras artísticas de las culturas que se han ido sucediendo desde tiempos inmemoriales hasta nuestros días.             La Urbe conoció siglos de olvido tras la caída del Imperio que la había engrandecido, pero nunca perdió noción de su importancia antigua. Así, es llamativo que en l

Inagotable poesía

Imagen
La mañana en el lago fue deliciosa, incluso tomé unos minutos para darme un chapuzón en sus aguas, muy frías. Borges estaba sentado en un especie de hamaca en la que no se podía mover muy bien, me pidió que lo ayudara a levantarse de allí y que lo llevara a otro asiento más cómodo con buena sombra. Parecía disfrutar de todos los sonidos que le envolvían: gritos de niños, conversaciones en voz alta, chapoteos de juegos en la orilla; risas, muchas risas. Él dirigía sus ojos de un modo involuntario hacia el centro del lago y sus labios esbozaban un sonrisa satisfecha. Le pregunté si quería mojarse los pies, me contestó que no, que estaba bien tal como estaba. Un camarero del balneario nos trajo unas bebidas muy frescas de un bar rústico a unos treinta metros de donde estábamos.        En aquellas casi dos horas hablamos de muchas cosas, el comienzo fue una pregunta a la que respondió de un modo que no comprendí bien.        ─Me sorprenden siempre, en sus cuentos, las cit

ENCUENTROS EN LA ACADEMIA (269)

Imagen
2016, ANIVERSARIO DE DIARIO DE UN POETA RECIÉN CASADO   La familia de Zenobia Camprubí ejerció una férrea oposición a la relación de esta con Juan Ramón Jiménez. La madre llegó a llevarse a la joven a Estados Unidos con la excusa de hacer una laaaaarga visita a la familia (cuanto más larga, mejor) para conocer a un recién nacido nietecito. Lo que la buena señora no sabía era que Juan Ramón ya había pactado con la que iba a ser su esposa y valiosísima compañera intelectual, en secreto, ir a buscarla a Nueva York para casarse con ella. Se podrán imaginar el patatús de doña Isabel Aymar cuando llegó a enterarse de que su hija “Zenobita” iba a casarse irremisiblemente con “ese Jiménez” como ella lo llamaba. Zenobia, ante las fuertes presiones y argumentaciones, llegó a tener sus dudas; Juan Ramón, sin embargo, no parece que hubiera dudado nunca. Es divertido imaginarse la situación del hermano preferido de Zenobia, Jo, y los equilibrios de diplomático-malabarista de este cuando un