POETAS: Francisco Basallote Muñoz
Hoy queremos
adentrarnos en la obra de un poeta: Francisco
Basallote Muñoz y su hermosa carpeta “Sendas del aire”.
Pulcramente editada, contiene una docena de acuarelas, precedidas de
otros tantos haikus, un arte nada fácil, dada su extrema densidad expresiva,
del que ofrece el poeta una cuidada muestra. Los
haikus de Basallote son un canto a la sensibilidad.
Un haiku es una
estrofa poética originaria de la literatura japonesa clásica que pretende
expresar en sólo tres versos un sentimiento breve y sincero.
El haiku tradicional
consta de 17 sílabas, dispuestas en tres versos de 5, 7 y 5
sílabas, sin rima y trata de conjugar el sentimiento
poético y el artístico.
El haiku es
concisión y síntesis, una de las composiciones más difíciles
que existen, nacida según los maestros japoneses,
en un momento de gracia.
La esencia
espiritual del haiku está conectada con la ambición del poeta de fundirse
con la naturaleza, de vivirla intensamente. Su técnica es
un arte difícil cuyo dominio ayuda a sacarle al
lenguaje su máxima expresividad.
A veces, un poema, un
libro, un cuadro o un arpegio son suficientes para alumbrar la sombra y
devolver al tedio cotidiano el brillo y el temblor de lo primigenio.
Sendas del aire componen una
atmósfera que sólo con la magia del lenguaje poético es posible crear y
percibir, ya se materialice en trazos caligráficos, ya en esos signos plenos de
forma y colorido con que el pincel se acerca a la realidad. Creo que las
acuarelas dan réplica precisa a los haikus o quizás al revés, elevando entre
unas y otros la levísima sinfonía de un corazón enorme que celebra la belleza del
mundo. Porque eso es el haiku y es tal la pincelada del poeta que pinta
escribiendo y escribe pintando, imbuido hasta la médula de su
espíritu de ese latido cósmico que vivifica cada pincelada y le arranca la
esencia de la canción.
Sendas del
aire eterniza lo efímero y convierte lo eterno en momentáneo,
porque así es la belleza, un destello, un chispazo, que nos permite vislumbrar
cuanto de perdurable habita en cada ser. Y la mirada, un flash, sencillamente,
que renace en la imagen de versos y acuarelas. Árboles, flores, ríos, muestran
su plenitud o se adelgazan hacia su propia idea en nubes de color.
Autor: Gonzalo Díaz Arbolí
En este vídeo que acabamos de ver, la fuerza que tienen las palabras es algo misterioso, tanto que parecen obedecer a un orden interior desconocido. A veces surgen desde un profundo cráter como un manantial riquísimo, otras se niegan, huidizas hasta umbrías impenetrables…
El poeta
Francisco Basallote Muñoz (Vejer de la Frontera, 1941) ha sido recientemente
galardonado con el “Premio Internacional de Poesía Soledad Sonora” por su obra "La sombra de Euclides".
Tiene entre
otros premios el Premio Internacional “Odón Betanzos”, el Premio “Antonio
Machado”, el internacional “Juan Alcaide”, “Ciudad de Ronda” y el “Premio Hojas
de Bohemia” etc. Su obra está recogida en algunas antologías, como la Colección
de Soleares dirigida por A. L. Baena, Emilio Durán y F.
Vélez Nieto, Sevilla, 2000, Los poetas cantan al olivo. Una
Antología. Fundación Lara. Sevilla, 2006, Poesía viva de Andalucía.
Universidad de Guadalajara. México. etc.
Gonzalo Díaz Arbolí
Académico de Santa Cecilia
Académico de Santa Cecilia
Es un placer la poseía de Francisco Basallote, refuerza las imágenes con la palabra adecuada y nos la incrusta en el alma.
ResponderEliminarAlberto Boutellier