ENCUENTROS EN LA ACADEMIA (269)
2016, ANIVERSARIO DE DIARIO
DE UN POETA RECIÉN CASADO
La familia de Zenobia Camprubí ejerció una
férrea oposición a la relación de esta con Juan Ramón Jiménez. La madre llegó a
llevarse a la joven a Estados Unidos con la excusa de hacer una laaaaarga
visita a la familia (cuanto más larga, mejor) para conocer a un recién nacido
nietecito. Lo que la buena señora no sabía era que Juan Ramón ya había pactado
con la que iba a ser su esposa y valiosísima compañera intelectual, en secreto,
ir a buscarla a Nueva York para casarse con ella. Se podrán imaginar el patatús
de doña Isabel Aymar cuando llegó a enterarse de que su hija “Zenobita” iba a
casarse irremisiblemente con “ese Jiménez” como ella lo llamaba. Zenobia, ante
las fuertes presiones y argumentaciones, llegó a tener sus dudas; Juan Ramón,
sin embargo, no parece que hubiera dudado nunca. Es divertido imaginarse la
situación del hermano preferido de Zenobia, Jo, y los equilibrios de
diplomático-malabarista de este cuando una sensatísima pero enamorada Zenobia
le pide opinión. La joven lo hace por carta y por carta le responde el hermano
lo siguiente: “Yo siempre he tenido recelos de la gente de arte y literatura,
en cuanto a la solidez de su psicología y carácter”. Ahí queda eso, debió de
pensar.
Pero en fin, estos cotilleos de salón, aunque
ya se sabe que distraen mucho, son la cáscara frívola de una almendra muy
valiosa, fundamental para la poesía española: la redacción de Diario de un poeta recién casado. El
libro se escribió en ese viaje de ida y vuelta que realizó a Estados Unidos
para casarse con Zenobia y su redacción se inicia el 17 de enero de 1916
prolongándose hasta finales de ese mismo año. El último poema fechado es de
octubre, aunque a este le suceden otros, ya sin datar, que se corresponden con
la parte VI del libro: “Recuerdos de América del Este escritos en España”. El
volumen se debió de terminar ese mismo año, pues eso indica la cubierta; aunque
en los datos de la edición, sin embargo, figura ya la fecha de 1917 que fue
cuando debió de quedar impreso y encuadernado.
Con todo, la importancia de estos poemas en verso y en prosa, trasciende con mucho las anécdotas rosas que les he contado arriba. Treinta y seis años después, Juan Ramón diría a Ricardo Gullón que el Diario, es un libro “metafísico” y su “mejor libro” y el propio Gullón escribiría que “después del Diario de un poeta recién casado no se podía seguir escribiendo como antes”.
Hoy sabemos que es verdad y que ese peculiar
diario de 1916 ha sido absolutamente renovador para nuestra literatura. La
profesora de la Universidad de Cádiz Ana Sofía Pérez Bustamante, doctora en
Filología Hispánica y especialista en literatura española del S. XX, nos lo
desgranará, mezclando sabiduría con otras simpáticas anécdotas en torno al mismo,
en el patio de la Academia este mismo martes.
Inmaculada Moreno Hernández
Académica de Santa Cecilia
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