ENCUENTROS EN LA ACADEMIA (307) El Mundo de la Música. Introducción (I)
El Mundo de la Música
Introducción I:
Iniciamos hoy una serie de artículos, titulado: El mundo de la
música. Se publicarán semanalmente, cada viernes, en nuestro blog gracias a la colaboración
de nuestro socio, Ignacio Pantojo Vázquez. “Solo
trato de aportar mis escasos conocimientos y reflexiones” dice; con la
pretensión de dar a conocer mejor los aspectos de la historia de la
música que atañen a la fantasía, a las emociones, que estimulen respuestas
sensibles a nuestro estado de ánimo: nostalgia, ira o felicidad. La música
tiene efectos poderosos para hacernos felices; para hacer cambiar la tristeza
por la felicidad, o la ira por el optimismo.
La Academia pretende difundir, mantener y promover con estos artículos y,
con la poderosa ayuda de internet, la espiritualidad de la música; porque
debemos conservar esa herencia tan extraordinaria de nuestra Historia y sentir
el orgullo de nuestros orígenes ilustres: Academia de Bellas Artes Santa
Cecilia, fundada en 1900.
Al escribir el título de este artículo nos hemos
preguntado ¿qué es más acertado: El mundo de la música o la música del
mundo?
Después de meditar unos segundos, seguimos sin
saberlo, pero la duda nos sugiere otras interrogantes:
¿Cómo sería un mundo sin sonidos?
¿Qué sería de nosotros en un hábitat en el que sólo se
oyera el silencio?
Nos sentiríamos totalmente desorientados, pues es en el córtex cerebral
donde se procesan las señales auditivas y se genera la conciencia del entorno y
de uno mismo.
Música,
etimológicamente procede de musa:
<< Cada una de las deidades que, según la
fábula, habitaban en el Parnaso o el Helicón, y protegían las ciencias y las
artes liberales, especialmente la poesía>>.
<<Canto considerado en sí mismo y la facultad creadora que lo
produce>>
La R.A.E. la define como:
<<Arte de combinar de forma rítmica los sonidos
con el fin de expresar emociones o sentimientos. // Sucesión de sonidos
modulados para recrear el oído. // Melodía y harmonía y las dos combinadas>>.
Para los antiguos pitagóricos: <<música
significa el concierto y harmonía del Universo según número>>. (El número, alude al aspecto visual, geométrico y astronómico de los cuerpos del Cosmos, que es comparado con un inmenso teatro. La armonía alude al sonido de los instrumentos afinados que hacen del Cosmos una orquesta sinfónica).
Así la define Claude Debussy:
Así la define Claude Debussy:
<<La música es la expresión del movimiento de
las aguas, el juego de las curvas de las olas que describen las cambiantes
brisas>>
Ludwig van Beethoven dijo:
<<La música es el intermediario entre la vida
espiritual y la sensual>>
<<La música es una revelación más elevada que
toda la sabiduría y la filosofía >>
Todas las definiciones son aceptables pues,
tanto la primera como las otras dos, son esenciales para el desarrollo de la
personalidad del individuo.
Desde los tiempos más remotos nos han llegado mitos y leyendas que dan
testimonio del poder que la música ejerce sobre los hombres y de su eficacia
para exorcizar a los malos espíritus, por eso estaba en manos de magos y
hechiceros. Del poder sobrenatural de los instrumentos musicales se habla en el
Antiguo Testamento, cómo el clamor de las trompetas derrumbó las murallas de
Jericó. Aún, en la actualidad, algunos pueblos indígenas tienen la firme
creencia de los poderes sobrenaturales de la música y hacen uso de ella para
atraer a la lluvia o para combatir plagas y enfermedades.
En la época sumeria (milenios IV-III a.C.), los templos se convirtieron en
centros de estudio, en los que los versados en liturgia, los matemáticos y los
astrólogos trabajaban juntos. Ya en el periodo caldeo, tres mil años después,
el interés por la astrología pasó a ocupar el primer lugar, y la teoría de la
música empezó a relacionarse, muy estrechamente, con ella y con las
matemáticas. Los que estudiaban los movimientos de las estrellas creían en su
influjo sobre el destino de los hombres y en la perfecta armonía existente en
el universo. Puesto que el universo y el hombre se encontraban estrechamente
vinculados, la música hecha por los hombres debería reflejar esa perfecta
armonía.
Academia de Santa Cecilia
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