«Desde 1850»: Yue Minjun
Fue una excelente idea la de irnos aquella
tarde a un local de la playa para contemplar la puesta de sol mientras
tomábamos algo. Aunque ya estaba próxima la caída de la tarde todavía arreciaba
el calor, no obstante pudimos ponernos cómodos en una mesa que nos permitía una
preciosa vista del Oeste. Cuando el cielo se estaba anaranjando
todos mirábamos en silencio y con atención, en ese momento Gustavo empezó a
reír con cierto escándalo, le miramos todos con cara interrogante y aún pasaron
unos segundos antes de que dejara de reír. Muchos de las mesas de alrededor
también nos miraban con curiosidad. Elisa le preguntó con acento severo:
─¿Qué
te ha pasado?
Aún muy sonriente dijo:
─¡Nada,
nada! Es que vuestras caras me han traído a la memoria las pinturas de Yue Minjun.
─¿Quién
es ese? ─preguntó Lina sin dejar de mirar el
horizonte.
─Yo lo sé ─comentó Paloma─. Es
un pintor chino que pinta invariablemente figuras de un personaje igual con una
boca grande que siempre ríe, con muchos dientes y que tiene los ojos cerrados,
¿no?
─Eso es.
Todos vosotros sonrientes y mirando al sol con los ojos casi cerrados me habéis
recordado a los personajes de Yue Minjun, el pintor
chino nacido en 1962. Los críticos enmarcan a este artista en un estilo artístico
chino, principalmente en pintura, denominado «Realismo cínico» que empezó sobre
1990.
Nena, casi de espaldas, permanecía mirando
al sol en su ocaso. Movió un poco la mano que reposaba sobre el espaldar de la
silla y comentó:
─Sé quién
es; no me gusta. Me irrita esa risa continua y dolorosa pero sin ningún del
humor. Incluso el color me parece
doloroso a pesar de su claridad ─y dejó caer la
mano con languidez.
Aurora asintió para mostrar acuerdo con las
palabras de Nena y añadió:
─Sí,
siempre es la misma figura que ríe, con la boca bien abierta mostrando una
cavidad muy oscura, pero los ojos completamente cerrados. Creo que en realidad
se trata de un autorretrato del artista pero que en su multiplicidad parece que
se convierte en el representante de toda la población china.
─Pienso que
la risa de los personajes ─comentó Elisa con su
peculiar calma al hablar─ es claramente una
máscara social que simula una forma histérica de diversión pero que se niega
abrir los ojos al exterior. Opino que ante todo hay en su obra una fuerte dosis
de crítica a la uniformidad imperante en la sociedad china actual.
Paloma preguntó:
─¿Te
refieres a algo así como al pobre y triste payaso triste que llora detrás de la
máscara?
La bola naranja se iba ocultado
y las oscuridades se acercaban.
Gustavo contestó a Paloma:
─Sí ─afirmó con tono rotundo─.
Aunque sus máscaras nunca caen, el contemplador de estas pinturas siempre se ve
impelido a imaginar que detrás de estas caretas hay mucho dolor. También es
cierto que en sus obras hay violencia oculta, subyacente. En toda la obra de
Yue Minjun se hace evidente esa violencia, con esas
simulaciones de fusilamientos o esos disparos con pistolas inexistentes...
─¿Ves?
Eso es lo que me hace sentirme agredida con estas pinturas, hay violencia
detrás de esa uniformidad ─interrumpió Nena.
Se encendieron las lámparas de la terraza
en la que nos hallábamos. En el mar se veían algunos reflejos luminosos que no
sé de dónde venían.
─Me parece ─señaló Aurora─ que
su crítica no sólo se concentra en la China actual sino que también, en muchas
de sus obras, lanza dardos a Occidente. Hay una pintura suya titulada Infanta que es una manipulación de la
figura de una menina de Velázquez.
Nos sacudíamos la arena preparándonos para marcharnos
y Aurora nos lanzó como sin querer, una oportuna y perfecta frase de Mark Twain:
«La raza humana tiene un arma
verdaderamente eficaz: la risa.»
Estas palabras nos acompañaron un rato,
junto con una agradable brisa de poniente.
Ignacio Pérez Blanquer
Académico de Santa
Cecilia
Algunas obras de Yue Minjun en un vídeo de YouTube:
Como casi siempre coincido con Aurora y hasta con Mark Twain,la risa es lo único que salva a los personajes de Yue Minjun.
ResponderEliminarA Paloma tampoco le gusta este pintor, esos colores tan fuertes me molesta la vista. Tu artículo muy entretenido¡¡¡ Besos¡¡¡
ResponderEliminarEl artículo ha sido muy entretenido, y el comienzo muy bueno, como Gustavo se echa a reir recordando y comparando los cuadros del chino con los personajes¡¡ genial como siempre, con pocas palabras consigue enseñar y divertir¡¡
ResponderEliminarUn post muy entretenido e instructivo, otra cosa es lo que opino de la obra del pintor Yue Minjun, la cual no es de mi agrado. Reconozco que tiene talento, imaginación y técnica pero el resultado es descorazonador, tengo sensación de angustia.
ResponderEliminarAunque me llamo igual que una de las protagonistas, ya quisiera ser como ella ( de mayor quiero ser como Aurora). Me ha parecido muy interesante el pintor elegido y aunque no pueda decir que me encanta sí me emociona - tristemente - algo que no todos los pintores consiguen. Hay algunos que dejan indiferente. ¡Felicidades y gracias!
ResponderEliminarSupone una delicia leer estos escritos sobre pintores que me son desconocidos en su gran mayoría. Este en concreto me plantea dudas. Hay algo que me provoca desazón pero a la vez me atrae su carácter subversivo.
ResponderEliminarLa frase de Mark Twain me ha recordado otra de Friedrich Nietzsche "el hombre sufre tan terriblemente en el mundo que se ha visto obligado a inventar la risa."