ENCUENTROS EN LA ACADEMIA (115)
MONUMENTOS DE EL PUERTO
No hace mucho, un amigo de Colombia me comunicaba su deseo
de visitar España, y en particular, El Puerto de Santa María. Su ilusión era
grande y, desde entonces, está entusiasmado con el viaje. Me suele enviar
vídeos de Madrid, Granada, Sevilla y... de El Puerto de Santa María. Está
deslumbrado con el colorido de los patios... la belleza de su plaza de toros...
la espectacularidad de sus playas y, cómo el color de las fotografías embellece
cualquier imagen, está impaciente por conocer los monumentos portuenses.
Iba a enviarle una semblanza de cada uno de los monumentos,
siendo el Monasterio el que podía suscitar más interés. Construido a principios
del siglo XVI por los Duques de Medinaceli, fue utilizado como lugar de
oración y recogimiento por los frailes... , expoliado por
anglo-holandeses en la Guerra de Sucesión..., utilizado como cuadra por los
franceses en la guerra de la Independencia..., seminario Jesuita, hospital y,
por último, famoso penal que recluyó a políticos y delincuentes famosos.
Seguro que con estas credenciales despierta la curiosidad y el interés de cualquier
visitante. El Monasterio de la Victoria, retiene hoy, en lucha solitaria contra
viento y marea, vestigios de un gótico, que fagocitan jaramagos y
otras malas hierbas, que buscan para sus raíces acomodo entre la humedad de las
centenarias piedras, en connivencia con grajos y aves repaces nocturnas,
precursoras de los primeros síntomas alarmantes de ruina.
La Prioral conserva, por llamarlo de alguna forma, huellas
cada vez más imperceptibles de lo que fue un gótico tardío en su Puerta del
Perdón, y el resto del edificio, incluida la Puerta del Sol, muestra el
ineluctable retorno a la descomposición de la piedra arenisca que se va
convirtiendo en simple arena primigenia.
¡Si los duques de Medinaceli levantaran la cabeza!
He visitado estos monumentos y el objetivo de mi cámara se ha ido
obstinadamente a destacar los dramáticos signos de su deterioro. Solo el Castillo de San Marcos conserva restaurado y, gracias a la iniciativa
privada, una renovada imagen de lo que fue en el pasado.
Me pregunto, ¿qué sensación se llevará mi amigo de su visita a esta
ciudad milenaria, y de su actual catálogo monumental ante el abandono que
sufren?
En esta ocasión, no culpo a la responsable de Patrimonio Dª María Antonia
Martínez, pues me consta su permanente y estéril lucha por evitarlo. Habrá que
eliminar las barreras que dificultan su conservación.
Alberto
Boutellier Caparrós
Socio colaborador de la
Academia Santa Cecilia
Yo me pregunto, con los millones que tiene la iglesia, con la recaudacion del 0,70%, es que no hay dinero para reparar lo que hoy puede costar 2 euro el dia de mañana costara 2.000. Yo creo que es dejadez de todos, políticos, iglesia y feligreses, pero en fin la iglesia está mal vista entre los políticos de hoy y podeis tener la completa seguridad que no se arreglará.
ResponderEliminarComprendo perfectamente, porque lo he vivido en mis carnes, lo que dice Alberto Boutellier. La vergüenza, e incluso la angustia, que nos entra por el cuerpo cuando uno tiene que enseñar El Puerto a unos visitantes, que llegan ilusionados pensando en ver maravillas y lo que les mostramos es decrepitud, poco cuido y ruinas insalvables. En la cara de nuestros acompañantes solemos leer con dolor la decepción del que ha sido timado. Es la hora ─irretrasable─ de crear una conciencia colectiva que impulse toda la recuperación posible de nuestra ciudad, avivando lo que todavía existe y añadiendo nuevas posibilidades y potencias. Lo que está haciendo la Academia de Bellas Artes desde su blog, de poner estas cuestiones sobre el tapete, es un primer paso, un sólo paso que debe irradiar y provocar que otras asociaciones y colectivos se pongan también en movimiento para intentar socorrer a nuestro Puerto, y remediar en lo posible, este declive que cada día es ─lamentablemente─ más visible.
ResponderEliminarEl mal estado del Puerto lo ve todo el mundo, menos sus autoridades, aviados estamos!!
ResponderEliminarGracias al fantástico libro del portuense Manuel Martínez (Historia del Penal de El Puerto de Santa María www.historiapenaldelpuerto.com) he podido conocer sus vicisitudes como prisión. Fantástica historia y una pena que no se instale en él un museo penitenciario o relacionado con el penal.
ResponderEliminarImpecable y soberbio artículo que retrata en pocas líneas la tristeza de nos produce la muerte lenta y agónica de nuestra ciudad. El Puerto, que tiene la suerte, de no necesitar más explicaciones para ser reconocido y querido por los distintos rincones de España, no corresponde con el mismo cariño a las personas que nos visitan. Recorrer nuestras calles vacías, y muchas veces sucias y deterioradas, no son buena carta de presentación. El patrimonio histórico que tenemos, ínfimo gracias a nuestra "particular" manera de conservarlo, desilusiona al visitante. En muchos casos esperan encontrar esa famosa ciudad señorial de los 100 palacios, y ¿qué se encuentran?...Últimamente me pregunto si habrá alguna forma de patrocinar El Puerto sin estafar la buena voluntad de nuestros futuros visitantes.
ResponderEliminarEnseñan en los colegios a querer a su pueblo, a su ciudad??? Si eso no se enseña vamos mal, poco arreglo hay.
ResponderEliminarLos portuenses parece que vamos despertando del letargo y la apatía, cada día parece que estamos menos dispuestos a seguir callando y pasando del deterioro de nuestra querida ciudad, a lo mejor vamos entrando en el terreno de la búsqueda de remedios, los muchos comentarios a los artículos del diario muestran ganas de ver caminos para encontrar soluciones y se hacen denuncias de la situación:
ResponderEliminarAumenta la preocupación por el estado de El Puerto
Aquí en el puerto no se pone la gente de acuerdo ni para decsi que este mayo hace frio. asco.
ResponderEliminarDespués de leer el artículo, espléndido, y los distintos comentarios, observo que la sensación de desasosiego y tristeza respecto al presente y futuro de nuestra ciudad es bastante generalizado. Así mismo, creo que hay que agradecer a la Academia la implicación en estos temas de índole social y comunitario, además de su formidable actividad artística y cultura. La Academia hace más por la imagen y desarrollo cultural del Puerto que muchos organismos públicos, contando sólo con la labor desinteresada de sus miembros y de algunos patrocinadores - privados- amantes de la ciudad.
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