ENCUENTROS EN LA ACADEMIA (116)

CUATRALBO      

El otro día oía yo, por la radio, a Paco Ibáñez cantar el poema de Rafael Alberti "A galopar" y salió lo de "caballo cuatralbo". Y la palabra le echó un pulso a mi memoria.  El caso es que, cuando yo tenía unos siete años, mi abuela Aurora compró a Agustín García Mier un caballo español. Se llamaba "Zacaté" y, según lo reseñaba Chano  Jiménez Nieto, el antiguo cochero de mi abuelo Juan, era "castaño encendido, lucero cordón corrido y cuatralbo".  Un caballo cuatralbo es el que tiene blancos los cuatro pies. Y "Zacaté" tenía blancas las cañas y las cuartillas de sus cuatro extremidades. Chano, el que puso en mis manos las primeras riendas, camino de Puerto Real, me enseñó esta hermosa palabra.
     Al correr del tiempo, el 25 de julio de 1961, José Luis Tejada nos llevó a José Mari García Maíquez y a mí a Cádiz, a los Cursos de Verano, donde Dámaso Alonso dio una conferencia sobre Góngora y su Polifemo. Por la tarde, en mi casa, Dámaso, su esposa Eulalia Galvarriato, José Luis Tejada y mi padre, merendando, se ensartaron en una animada tertulia. Yo estaba de oyente-mudo y sorprendido. En la conversación que tenían, surgió el nombre de Don Luis Carrillo Sotomayor, el claro poeta cordobés, que fue vecino muchos años de este Gran Puerto de Santa María, donde murió, casi en olor de santidad, y donde fue enterrado en 1611. Don Luis Carrillo, dijo Dámaso, fue cuatralbo de las Galeras Reales de España.
--¿Cualtralbo?, interrumpí yo, inoportuno, acordándome de Chano y del "Zacaté".
--Cuatralbo --me explicó Dámaso, con esa paciencia que tienen los sabios con los niños impertinentes--, era el jefe de una escuadrilla de cuatro galeras. Y, también, un caballo con los cuatro cabos blancos, apostilló.
     Esto último me produjo alivio. Porque las palabras son patrimonio colectivo y pueden llegar a tu vida por boca de un hombre iletrado o por un Catedrático y Académico de la Lengua. Algunas adquieren figura humana cuando las vuelves a oír. Cuatralbo, por ejemplo.
                                      Luis Suárez Ávila
Académico de Santa Cecilia

Comentarios

  1. Ilustrado y preciso.
    A.Boutellier

    ResponderEliminar
  2. kiko.

    Luis, siempre íntimo.

    ResponderEliminar
  3. El primer caballo que le compramos a mi hija era "cuatralbo"....y no lo sabiamos....

    MT Renedo

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

UNHA NOITE NA EIRA DO TRIGO

HISTORIA DEL ARTE (Las Meninas)

EL MUNDO DE LA MÚSICA, Instrumentos de teclado

Semblanza del académico de Santa Cecilia, Manolo Prieto, en el 33º aniversario de su muerte

EL GENTILICIO DE LOS CIUDADANOS DE EL PUERTO DE SANTA MARÍA (8 de 8)

Música clásica del siglo XX: Federico Mompou

El 18 de abril se celebra el Día Internacional de los Monumentos y Sitios

Restauración de "El Crucificado" de Vicente Galán

LA ORQUESTA, LA MÚSICA DEL SIGLO XX

POESÍA. (Me tiraste un limón...) de Miguel Hernández