CINE
Otra vez, que si arte, que si belleza
Fuimos a verla hace algo
más de una semana. Estoy hablando de Renoir, de Gilles Bourdos.
Inevitable establecer comparaciones con El artista y la modelo, que
ya traje a esta ventana el mes pasado. Inevitable comparar, pero no hay
comparación. La de Trueba habla sobre el arte y ésta de Bourdos cuenta una
anécdota anexa al arte para buscar imágenes bonitas, filmando poses muy
cuidadositas y mimando el color y la composición del fotograma, como si
estuviera forzando todo el tiempo un resultado plástico. El resultado nunca
llega a tener esa magia de la ausencia de impostura.
Sin embargo en El artista y la modelo, (que, por cierto, renuncia al color) encontramos la
exposición de una poética general del arte muy seria que analiza en qué consiste
crear una obra y abarca la compleja relación del arte con la realidad, que le
es siempre modelo parcial (genial cuando la modelo le dice al artista respecto
a la obra: "pero esa no soy yo" y él le responde: "¿y qué te
pensabas?"), el arte y las ideologías (con la visita de un nazi teórico y
enamorado del arte), la obsesión del artista por la obra, cómo la obra se
impone a las propias expectativas del artista...
Para mí, el trabajo de
Trueba es una obra fundamental, en tanto que el de Bourdos es un mero ejercicio,
bastante amanerado, de búsqueda de belleza. Qué triste el guiño que nos pareció
ver en Renoir aludiendo al final de El artista... , cuando el
pintor impresionista dice algo así como "si me pegara un tiro, sería un
acto de coquetería". ¿Pero es que el señor Bourdos piensa
exclusivamente en términos de belleza?
Inmaculada Moreno
Académica de Santa Cecilia
Comentarios
Publicar un comentario