CINE
“8 APELLIDOS VASCOS”
Desde hace tres semanas “8 apellidos vascos” arrasa en las salas cinematográficas de todo el país. El Puerto no es una excepción. En un momento de crisis del sector, acuciado por la subida de los precios de las entradas a causa de la subida del IVA, con un abandono masivo por parte de los espectadores que han echado cuentas de por cuanto les sale ver una película, sobre todo si se trata de una familia, pareja con dos niños, palomitas incluidas, y las cuentas no salen hasta que llega una película como esta y se forman enormes colas y la gente llena las salas y se divierte y lo comenta y funciona el “boca a boca” y cada vez que termina la proyección, la gente aplaude porque se ha divertido, porque se lo ha pasado bien, porque les ha resultado rentable el pequeño sacrificio del gasto efectuado. A pesar de ello, la crítica la pone mal, le da una estrella porque algunos críticos son señores muy serios que se sienten superiores a los espectadores y no entendieron al maestro Alfred Hitchcock cuando dijo que el Cine eran 400 butacas vacías que había que llenar.
Por supuesto que no se trata de una obra maestra ni de una gran película pero el hecho de convertirse en un fenómeno de masas la hacen digna de ser vista con otros ojos, de ser estudiada, de tratar de descubrir la razón de su éxito porque lo que vemos en la película es una historia sencilla con todos los tópicos imaginables sobre la forma de ser de los vascos y de los andaluces, personajes trazados con trazos gruesos, caricaturescos, exagerando todos los tópicos que existen sobre ellos, sobre ambos, sobre andaluces y vascos, pero con la habilidad suficiente para no resultar ofensivos ni para unos ni para otros aunque otros y unos se ven reflejados en muchas de sus actitudes.
Sin embargo yo
he visto algo mas en la película, no he visto solo andaluces y vascos. Si fuera
así la película sería algo similar a lo que fue “Bienvenidos al Norte” en
Francia o su secuela italiana “Bienvenidos al Sur” en las que se ridiculizaba
la manera de hablar y comportarse un tanto pueblerina e ingenua de los
habitantes de esas zonas de Italia y Francia, pero aquí no se trata de eso,
aquí, mas que de vascos y andaluces, se habla de gente de izquierdas y de
derechas, de progresistas y conformistas, de burgueses y proletarios pero no de
lo que esos nombres significan de verdad (o significaron) sino de aquello en
que han degenerado, porque no es una cuestión ética, sino estética, no importa
lo que se es sino lo que se parece con las enormes incoherencias que eso conlleva. El protagonista de la película tiene el
rechazo de los vascos por su forma de vestir y por la gomina que se pone en el
pelo. Su cambio de indumentaria similar a la de los jóvenes “indignados” o
“borrokas”, le hace ser aceptado por el entorno. No importan las ideas, en realidad no hay
ideología, hay, iconos, actitudes, pautas, formas de ver la vida, de rechazar
el sistema pero sin dejar de aprovecharse de todas las ventajas que ese mismo
sistema les proporciona y en el fondo
riéndose de los desgraciados borregos que tratan de trabajar y ganarse
un pequeño sueldo para sobrevivir, pero según la película, y esto no deja de
ser una licencia poética, todo lo puede solucionar el amor y a lo mejor, hasta
es verdad.
Jesús Almendros Fernández
Socio
colaborador de la Academia
Con esta critica tan exclarecedora como sugerente, se puede ir a ver la película con seguridad de haber invertido bien unos eurillos (que ahora son escasos) y no errar.
ResponderEliminarGracias, Alberto.
EliminarNo creo, Sr. Almendros, que represente a todos los andaluces. Sólo a algunos sevillanos. Igualmente a todos los vascos... Ah! si va al cine un miércoles la entrada cuesta 2.90€.
ResponderEliminarPor supuesto que no se puede generalizar salvo que se haga de una forma tan manifiestamente tópica y exagerada como se hace en esta película. Se sobreentiende que nadie va a tomarlo en serio. Lo del precio de las entradas el miercoles, naturalmente ya lo sabía como lo saben todos los aficionados al cine. De todas formas gracias por hacer un comentario.
ResponderEliminarMe parece muy acertado el artículo y muy bien razonado.
ResponderEliminarMe parece muy bien escrita y acertada la crítica. He visto que le han puesto 2 estrellas y en algunos medios una, pero ya sabemos que las estrellas no son muy significativas aunque te orienten un poco............
ResponderEliminarPero lo claro es que se ha convertido en un fenómeno de masas y eso es que algo tiene. Sigue habiendo colas y las salas se llenan hay gente que se queda sin entrada.