MÚSICA CLÁSICA
Nocturno
Op. 15, n. º 3 de Chopin.
Escrito en un tiempo de compás de tres cuartos (3/4),
comienza con lento tempo y con una indicación de languido
e rubato. La mano derecha se compone de frases de corcheas y negras
seguidas por ascensos y descensos cromáticos. La mano izquierda, por su parte,
se mantiene tocando negras que sirven de acompañamiento a la
derecha. Hay marcas de pedal cada seis notas, es decir, cada dos compases. En
la parte del final de la pieza, religioso, se utilizan
acordes legato para la mano derecha.
En este nocturno son muy
notables los contrastes en la dinámica, pasando de fortissimo a pianissimo.
La pieza se aleja de la
frecuente forma ternaria de los nocturnos de Chopin. La parte final no sólo no
está relacionada en cuanto a la temática con la sección inicial, sino que
además se encuentra en una tonalidad distinta, fa mayor. Es cierto que en los
últimos cuatro compases Chopin vuelve a sol menor, pero el
acorde final es mayor, algo también común en los nocturnos de Chopin.
Aparentemente, este
nocturno fue inspirado por una interpretación de Hamlet de Shakespeare a la que asistió
Chopin. En el manuscrito original del nocturno, Chopin escribió «Tras una
interpretación de Hamlet», para después tacharlo y sustituirlo por
un «Que lo descubran ellos mismos» Se puede apreciar fácilmente el aire
trágico de la obra del escritor inglés atrapada musicalmente en este nocturno.
Chopin abandona en este caso el virtuosismo y prefiere explorar la desesperanza
psicológica.
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