ENCUENTROS EN LA ACADEMIA (179)

EL GRECO PINTOR

Domenikos Teotokopulos (Candía, alrededor de 1541-Toledo 1614) inició su formación artística en su Creta natal dentro del mundo bizantino de los iconos y las influencias veneciana que venían de la metrópoli. En 1567 decidió trasladarse a Venecia en donde fue discípulo de Tiziano lo que marcaría su carrera artística lo mismo que el contacto con otros pintores de esta escuela. Después pasó en 1570 a Roma y alrededor de 1577 vino a España.
El bilingüismo estético que practicó antes de su traslado al Veneto se fue tornando, poco a poco, en un estilo híbrido donde la influencia veneciana iba haciéndose cada vez más fuerte, por deseo propio antes de salir de Creta y lo sería irremediablemente de una manera muy particular más tarde en España.
El Greco creó un nuevo lenguaje pictórico en Toledo, partiendo de lo aprendido en Italia, quizá los grandes lienzos utilizados para los retablos fueron desde el inicio de su etapa española el marco idóneo para que desplegara todo su conocimiento pictórico y calidad técnica. De sus pequeñas obras pintadas sobre tabla en Creta e Italia, donde fue incorporando el lienzo como soporte, hasta los grandes manteles para conseguir las escenas de gran formato. Este hecho se agudiza con la tonalidad gris-rojiza de su imprimación que crea unas texturas especiales sobre las que reverbera la incidencia de la luz en la superficie. La tonalidad del fondo óptico fue esencial para el pintor, recurso que aprende de sus admirados artistas venecianos, ya que al dejarla al aire sin pintar en muchas zonas de sus cuadros, este tono se suma a los del resto de los utilizados para llevar a cabo las obras.
Los materiales que empleó fueron los que se usaban en la época, pero sus métodos de trabajo, las mezclas de pigmentos, y el aglutinante de gran pureza y la manera de aplicarlos es lo que hace que sus pinturas sean diferentes.
Es el maestro del color. Por medio de la luz  que invade sus escenas consigue que la propia materia desprenda una intensa luminosidad desde dentro hacia afuera. Pinta por transparencias, superponiendo sobre capas más compactas de materia otras de glacis y veladuras. Esto crea una traslucidez de la materia a través de la cual podemos penetrar en la profundidad de sus espacios escenas.


Es un maestro de la composición, y a través de las luces y las sombras modelan las figuras y sus vestiduras, crea los diferentes planos y la perspectiva, que si bien comenzó en Venecia siendo lineal, en Toledo ya la conseguirá a través de la atmósfera y al espacio que dan vida  a sus obras.
 Los personajes se implican unos con otros llenando todo el espacio y amoldándose en algunos casos al formato de los lienzos, para lo que no dudaba en deformar las figuras.
Este genio que trabajó “a la prima” con pinceles y pinceladas de todas formas y maneras, hizo avanzar la pintura influyendo en artistas posteriores como Diego Velázquez, Francisco de Goya y Pablo Picasso.
Carmen Garrido Pérez
Académica de Santa Cecilia

Comentarios

  1. El Greco, un genio que influyó en la pintura contemporánea. Un buen artículo que resume la obra de un pintor universal.

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