ENCUENTROS EN LA ACADEMIA (212)
EL DR.
ANTONIO CORTÉS SABARIEGO
El Dr. Antonio Cortés es el señalado dentro del circulo |
Antonio llega al Puerto gracias a la
vinculación que con nuestra Ciudad tuvo su padre, abuelo de Hernán, que
comercializaba pescados, especialmente mariscos, en los tiempos esplendorosos
del auge marítimo pesquero de la misma.
Estudió Medicina en la
Complutense de Madrid, realizando doctorado bajo el
padrinazgo del Prof. Doctor Gregorio Marañón Posadillo, con quien sostuvo
fructífera amistad durante toda su vida. Posteriormente, dicha amistad estuvo consolidada e incrementada con la de
su hijo Gregorio Marañón Moya, que visitó Cádiz en numerosas ocasiones, gracias
a la citada.
La casa familiar del Dr. Cortés, casado
con Elisa Moreno, y su Consulta profesional de Pediatría, estuvo en la Calle Luna , en el tramo
comprendido entre Misericordia y Jesús
de los Milagros, en la vecindad con la de los Jiménez González-Nandín, frente
al Almacén de Suárez. Aquel tramo comenzaba en la Sombrerería de
Chamorro y terminaba en la Capilla de la citada Calle
Jesús, en donde se construyó luego la vivienda de José González Bruzón y
Milagros Gómez.
A pesar de su vida en El Puerto, el Dr. Cortés nunca perdió su vinculación con Cádiz, a donde se trasladaba con frecuencia. No le conocí automóvil y siempre viajaba en el Vapor, cuando todavía, ni soñarlo, no se le había bautizado como el Vapor-cito. En eso, Antonio como en otras cosas, fue maestro en el descubrimiento placentero y útil, de los viajes bahieros del Adriano. Nos enseñó, a José Luis Tejada y a mí, entre otros, la fecunda utilización de las pausas no perdidas durante los viajes, en los que se podía leer –como profusamente hacía Antonio con su voluminoso bagaje de Revistas y Libros-, pensar, estudiar y gozar de los encantos del paisaje.
Y el citar a Tejada se debe obligadamente, a la gran amistad social e intelectual que le unió con nuestro protagonista y que me sirvió de nexo para el mantenimiento de la que mantuvimos. Es momento de decir, siempre lo es, que el gran poeta, está vivo en el recuerdo y en sus obras, que ahí están para un próximo futuro florecimiento, debiendo recordar que a José Luis lo conocí en
Posteriormente, el Dr. Cortés se trasladó a
Cádiz para atender a sus obligaciones profesionales y sociales, en donde seguí
disfrutando de su amistad con el regalo de su sincera, amplia y voluminosa
sonrisa. En Cádiz fue Teniente de Alcalde Delegado de Cultura, durante las
Alcaldías del Marqués de Villapesadilla y de Jerónimo Almagro. En ese periodo
fomentó considerablemente la celebración de
Actos Culturales, entre los que
contó con la colaboración de su citado amigo Marañón Moya.
Ahora, repito, que el filo del éxito y
prestigio que para la Academia de Santa Cecilia significa contar entre sus
miembros con la personalidad de Hernán Cortés, lleno de merecimientos y
portuensidad, me ha parecido oportuno reivindicar la figura de aquel gran convecino
nuestro y humanista de pro que fue el
Dr. Antonio Cortés Sabariego.
José López Ruiz
Académico de Santa Cecilia
Interesante y desconocido fragmento de la historia del Puerto.
ResponderEliminar