CINE. Películas que veremos

“TECHO Y COMIDA” 
                                                      
Se trata de la primera película de Juan Miguel del Castillo y está realizada fuera de los circuitos normales de producción.  Es una película española producida por un enorme grupo de “micromecenas” que han aportado, todos juntos, lo necesario para realizar la película, lo que se ha dado en llamar “crowdfunding” sistema con el que ya se habían realizado otros proyectos en nuestro país.

En este caso se trata de un drama social, una película sobre la crisis, sobre los que la sufren, sobre esa nueva clase de “pobres” que no disponen de ingresos pero sin embargo viven dentro de la estructura social formada por personas con ingresos suficientes para hacer frente a los gastos que esta forma de vida conlleva, alquiler de vivienda o pago de hipoteca, alimentación, educación, aunque sea mínima, de los hijos, etc.

Es un tipo de cine “social” que no estamos acostumbrados a ver en nuestras pantallas y menos aún, que sean películas realizadas en nuestro país. Películas del tipo de las que hace el británico Ken Loach o el lebrijano Benito Zambrano y esta referencia no es gratuita porque “Techo y Comida” tiene mucho en común con “Solas”.  Solo hace falta que tenga una carrera parecida a la que esta tuvo porque no es un tipo de cine para pasar el rato, no es una película divertida ni entretenida. Por el contrario es una película que conmueve al espectador, que le toca fibras muy profundas que le hacen reconocer en los personales que le presentan a otros muchos de su entorno en la vida real.

La película está rodada íntegramente en Jerez de la Frontera en 2012, coincidiendo con la Final del Campeonato de Europa de fútbol; nos es muy próxima, lo cual hace que sea aun mas “molesta” para el espectador de “casa”.

Rocío, una madre soltera y sin trabajo, no recibe ningún tipo de ayuda ni subsidio. Vive con  su hijo de ocho años en un piso cuyo alquiler no paga desde hace meses por lo que el dueño la amenaza  con echarla a la calle. Para hacer frente a los gastos de manutención y alquiler, realiza trabajos ocasionales, mal pagados y peligrosos o vende en el “top manta” objetos encontrados en los contenedores en los que también busca algún alimento pasado de fecha que pueda llevar a casa. 
El largometraje escrito y dirigido por Juan Miguel del Castillo, participó en la sección oficial del Festival de Málaga de este año, obteniendo el premio Asecan ópera prima, Biznaga de plata premio del público y Biznaga de plata mejor actriz para Natalia de Molina, la protagonista, que hace una verdadera creación de su personaje.  También Jaime López, el hijo y Mariana Cordero, la vecina, están espléndidos en sus papeles.



“Techo y comida” es una de esas películas que se salen de lo que esperamos encontrarnos cuando vamos al cine. Es una película, dura, seria, pero a la vez es también una historia muy bien contada, que atrapa al espectador por el realismo de las interpretaciones y que se merece tener éxito, no un éxito como el de los “8 apellidos catalanes”, pero si lo suficientemente importante como para que lo recaudado en taquilla le permita seguir haciendo cine, ofreciéndonos nuevas muestras de sus inquietudes sociales demostrándonos que al público no solo le importa pasar un rato entretenido cuando va al cine.
Jesús Almendros Fernández
Socio colaborador de la Academia

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