MÚSICA CLÁSICA EUROPEA: LA ÓPERA (02) Nabucco
“Nabucco”
Nabucco es
una ópera en cuatro actos con música del compositor Giuseppe Verdi
Libreto de Temístocle Solera basada en el Antiguo
Testamento y la obra Nabuchodonosor de Francis Cornue
y Anicète Bourgeois.
La acción tiene lugar en
Jerusalén y Babilonia en el año 560 A.C.
Argumento
Durante la precaria paz del
pueblo de Israel con sus vecinos, Ismaele fue embajador en Nínive, donde
despertó sin querer el posesivo amor de la hija del rey Nabuccodonosor,
Abigaille. Pero Ismaele se enamoró de la otra hija, Fenena, que al volver a
Israel se fue con él y reside ahora en Jerusalén. Mientras tanto Nabuccodonosor
se pone en marcha con sus tropas para invadir el minúsculo reino de Israel. Los
israelitas ven como los babilonios (asirios en el libreto original)
se acercan a Jerusalén y se reúnen temerosos en el templo. Zaccaria cree tener
a mano la solución para evitar la invasión: en cuanto llegue Nabucco, amenazará
la vida de Fenena con un puñal, y obligará así al babilonio a retroceder.
ACTO I: Jerusalén
Zaccaria conforta a los
israelitas: está convencido de tener en la mano la solución a la invasión. Hace
venir a Fenena y la conserva junto a él para negociar la evacuación de los
babilonios si llegan a presentarse. De hecho, Zaccaria conforta a los
israelitas, en la seguridad de que tiene un arma secreta infalible, y deja a
Fenena al cuidado de Ismaele, que la ama. Llegan, en efecto, los babilonios,
precedidos por la agresiva Abigaille, que ha llegado en busca de Ismaele, al
que ama. Pero éste ama a Fenena y no quiere entablar relaciones con Abigaille,
cosa que despierta el furor de la violenta amazona.
Entra entonces Nabucco en el
templo de Jerusalén. Zaccaria intenta poner en práctica su plan, amenazando la
vida de Fenena con un puñal. Pero mal advertido, Ismaele le quita el puñal al
sacerdote porque ama a Fenena. Zaccaria ha perdido su baza y los babilonios
ocupan, en efecto, el templo. El orgullo de Nabucco lo lleva a exigir que los
judíos le rindan honores, proclamándose dios; al punto, un rayo celeste lo
derriba y le hace perder la corona: Abigaille, que no pierde detalle, la
recoge. Los restantes israelitas miran con desprecio a Ismaele, a quien
consideran un traidor.
ACTO II: El malvado o el incrédulo
Abigaille ha encontrado un
documento que afirma que sus orígenes no son reales: ella es la hija de Nabucco
y de una esclava. Como Nabucco ha nombrado regente a Fenena, Abigaille se
enfurece: hace acudir a un Nabucco temeroso y le enseña el documento, que rompe
en su cara.
Llega el Gran Sacerdote de
Baal y Abigaille cierra un pacto con él para eliminar a los judíos, y de paso
cualquier oposición de Nabucco, que es formalmente depuesto. Babilonia tendrá
sólo una reina, Abigaille.
Zaccaria va a buscar el
apoyo de Fenena, a quien confía en convertir a la fe de Israel. Zaccaria, Anna
y Fenena entran en la sala: Anna anuncia su conversión. Pero Abdallo llega con
terribles noticias: Abigaille reina y los israelitas han sido condenados al
exterminio colectivo por Nabucco, quien se proclama dios. Un rayo celestial lo
derriba y pierde la corona, de la que se apodera Abigaille. Ésta recoge la
corona del suelo y se la pone. Ahora manda ella.
ACTO III: La profecía
El Gran Sacerdote de Baal
acude a Abigaille para que firme la muerte de Arabella y los israelitas. La
reina finge rechazo; en ese momento entra Nabucco y ella le hace firmar las
sentencias de muerte. Luego, ordena que encarcelen a Nabucco, a pesar de las
súplicas de éste, que trata de evitar que maten a Fenena.
Junto al Eufrates, los
israelitas trabajan como esclavos mientras esperan la muerte. Es el momento del
célebre coro Va, pensiero. Zaccaria conforta a su pueblo y trata de
que haga algo excelente: creer en su futuro.
ACTO IV: El ídolo roto
Nabucco despierta de un prolongado letargo. Ve pasar a Fenena hacia su ejecución y se da cuenta de su situación como preso. Pide perdón al Dios de Judá y se convierte a su fe (enorme disparate del libretista). Confortado por esta acción, se dispone a romper el dominio de su hija e ir a luchar. Su fiel Abdallo le trae la espada y un grupo de hombres que le son fieles, y el rey babilonio sale a la palestra.
Fenena es llevada al suplicio con los judíos. Zaccaria la conforta. De pronto Nabucco y sus soldados los salvan de la ejecución. Nabucco ordena que destruyan la imagen del dios Baal, pero el ídolo estalla por sí solo.
Abigaille entra, moribunda; se ha envenenado y sólo pide ser perdonada por su hermana y por su padre. Muere invocando al Dios de Israel.
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