ENCUENTROS EN LA ACADEMIA (289)
María Teresa León,
la cola del cometa
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Acuarela de la pintora Eva Díaz Hurtado |
María Teresa pensó que al estar junto a Rafael tendría que dar un paso atrás y
dejar que él hablase. Ser la cola del cometa. Y de esta manera sobrevivir al
dejar, nuestra España en aquellos años. Y en los distintos países que vivieron,
siempre estaba presente la casa natal -la casa del recuerdo-, que la
construyeron sobre la cripta de la casa onírica, en el concepto de Bachelar de
su libro "la tierra y las ensoñaciones del reposo". Que es en
definitiva la que ellos nos describieron y nos regalaron.
Ella, se convirtió en su altavoz para poder ser escuchada. Y lo consiguió por
ser una gran mujer. Esa gran mujer, falleció de una larga enfermedad también en
Diciembre, el 13 en Madrid de 1988, ya restaurada la democracia en nuestro País.
María Teresa fue una mujer muy comprometida con su tiempo, fiel a sus ideas,
probablemente generadas en la Institución Libre de Enseñanzas donde cursos
estudios que culmina en la Universidad donde se licenció en Filosofía y Letras.
Sus ideas las expresa a través de cuentos, ensayos, novelas, teatro, etc. y
pertenece al grupo de escritoras de la generación del 27,llamadas las "sin sombrero" curioso nombre que se debe al hecho que protagonizó junto a
Maruja Mallo, Margarita Manso, Salvador Dalí y Federico García Lorca. Fueron
“tan atrevidas” que se quitaron el sombrero en público en plena Puerta del Sol
madrileña. A este grupo de la generación del 27, también pertenecen las
escritoras María Zambrano, Marga Gil Roesset, Concha Méndez, Ángeles Santos y
Rosa Chacel. Todas estas mujeres engrandecieron esta generación y sin embargo
algunas son poco conocidas.
Esta manera de sobrevivir, siendo” la cola del cometa” y que la mantuvo a
lo largo de toda su vida, hizo que cultivará una “Resistencia intima” en el
sentir de Josep María Esquirol, que le llevó a compartir con
Rafael sentimientos que iban más allá de la muerte. Por esa razón hoy desde
esta columna, si me pueden ver desde su paraíso onírico, quiere este portuense
darles las gracias por siempre y para siempre.
Pascual
Vicente Crespo Ferrer
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