CENTRÁNDONOS EN 'EL TIEMPO'
Intentaré primero reproducir lo que me comentó ─o criticó─ mi
amigo respecto del artículo anterior en el que hablé algo, sólo una pincelada
cultural, sobre los huracanes. Dijo, que sí, que estaba muy bien y que se había
enterado de cosas interesantes, pero que a él lo que más le gustaba era
predecir el tiempo y que lo que quería era saber qué tiempo íbamos a tener
en los próximos días. Le miré un tanto perplejo.
Desde luego, pensé, somos gente peculiar ─los españoles─.
Queremos solucionar asuntos complejos con métodos de andar por casa, es decir,
deseamos poder hacer pronósticos del tiempo sin tener las más mínimas bases de
conocimiento de Meteorología y sin una idea medianamente clara de lo que es una
borrasca, un anticiclón o una isóbara. Murmuré,
bajito, un poco para mis adentros:
─Así nos pasa lo que nos pasa y así nos va.
Él me oyó y aclaró:
─¡Algún truco habrá! ¿No? Siempre se ha dicho que los hombres
del campo son los que más saben del ‘tiempo’, seguro que tendrán sus apaños.
Sonreí con una punta de sarcasmo y le dije:
─Deja de decir sandeces e invítame a una cerveza, va haciendo
calor, no tengo ganas de seguir oyendo tus continuas paridas mentales ─y
añadí─ ¿No sería mejor que te dedicaras a “contemplar” las nubes? A lo mejor
aprendes algo mirándolas.
Ahora rio abiertamente.
─Sé de uno que aprendió economía en un par de horas y después
se dedicó a contemplar nubes. Creo que no le ha ido mal, cobra un sueldo de por
vida y viaja con frecuencia a Sudamérica.
─Sí, lo sé. Lo conocemos todos ─reí, también, con sorna.
─Anda, dime algún truquillo; de esos de los pájaros y las
avispas.
─Bueno…, parece ser cierto que la conducta de algunos animales
señala cambios en el tiempo en unas horas próximas. Los mecanismos del porqué
de este comportamiento no se conocen, pero está bien constatado que ello
sucede. Por ejemplo, la salida masiva de arañas y otros insectos indica la
venida de mal tiempo; si tienes un patio o un jardín lo podrás observar
seguramente. El vuelo rastrero de las golondrinas también es un indicador. He oído
alguna vez que el canto de los gallos a deshora o cierta inquietud en el ganado
pronostican mal tiempo.
─¿Y las gaviotas junto al mar? ─preguntó muy atento.
─Sí, es verdad, dicen también que el vuelo alto y hacia tierra
firme de las gaviotas es señal de que viene mal tiempo. Y todo el mundo sabe
que afecta a la sensibilidad de algunos enfermos. Los recién operados ven
recrudecidos sus dolores al igual que les sucede a los reumáticos.
─¿Ves? Al final me das la razón, siempre hay trucos.
Preferí callarme y no decirle la barbaridad que se me venía a
la boca.
Después de deleitarme con un buen sorbo de la cerveza fresca le
señalé:
─¿Por qué no te compras un buen barómetro? Con su ayuda podrás
hacer previsiones locales con ciertas garantías. O también puedes adquirir el
higrómetro del fraile, ¿lo recuerdas? También te puede servir.
─¿Aún existe el higrómetro del fraile con su varita? Esa puede
ser una excelente solución. Siempre me encantaba mirar al fraile con su capucha
y su varita. ¿Lo venderán ahora?
─Busca en “Amazon”, seguro que lo encuentras. Pon en el
buscador ‘higrómetro fraile’ ─le aclaré.
Se quedó pensativo un rato y seguí terminando la cerveza.
Después de su pausa, que no me pareció
demasiado larga dijo:
─¿Me serviría también el «gallo portugués»?
─¡Claro! ─exclamé─.
Seguro que te sería de gran utilidad. Entre el fraile y el gallo ya tendrías un
centro avanzado de estudios meteorológicos equipado con la más alta tecnología.
Sin hacer el más mínimo
caso de mi burla preguntó de nuevo:
─¿Y con el barómetro que puedo hacer?
─Pues
puedes hacer tres o cuatro cosas muy simples. Por ejemplo, si observas durante
varios días una bajada lenta de la presión atmosférica te augura mal tiempo de
larga duración. Si la bajada es rápida esto quiere decir que pasará una
borrasca fuerte y breve. Así, también, una subida lenta de la presión promete
buen tiempo.
─Estas cosas me gustan, son fáciles
─comentó mi amigo.
─Hay un refrán que dice: “Si
el barómetro baja lentamente, gran viento presiente; cuando se eleva el viento
se lleva”.
Ignacio Pérez Blanquer
Académico de Santa
Cecilia
Que práctico es tu amigo. Jajajaaa.
ResponderEliminarVá al grano como casi todo el mundo.
A la mayoria nos interesa "el tiempo" no la meteorología. Aunque con tus artículos estamos aprendiendo y mucho mas que vamos a aprender.
Sigue deleitandonos con tus escritos .Muchas gracias Ignacio
Es muy interesante e instructivo,me ha gustado mucho.
ResponderEliminarBien está muy bien. Es un artículo curioso y gracioso... Tu amigo es persistente. Bueno, el fraile y el gallo son magníficos.
ResponderEliminarComo siempre interesante e instructivo, pero sobre todo, entrañable y orofundamente personal. Me ha gustado mucho. Gracias.
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