SOBRE EL NOMBRE DE EL PUERTO DE SANTA MARÍA (9º de 10)


Sin embargo, independientemente de cuál sea la procedencia de la forma El Puerto, su importancia no puede ser comprendida si no se considera un factor extralingüístico: que el carácter antonomástico de El Puerto de Santa María como El Puerto por excelencia tuvo mucho que ver con la fama de milagrosa que adquirió la imagen de Santa María del Puerto, que convirtió a la villa en uno de los más importantes lugares de peregrinación del reino de Castilla. Este conocimiento contribuyó a que la forma básica del nombre se difundiese y fuese suficiente para denominar a la villa. Decir El Puerto era referirse a una villa consabida: a El Puerto de Santa María o Santa María del Puerto, porque en el dominio cognitivo de los hablantes castellanos de la época el dedicado a Santa María era El Puerto por antonomasia. Posteriormente, debido a varias causas que sería prolijo tratar aquí, esa significación que la forma El Puerto tuvo en sus años fundacionales se fue perdiendo, aunque la denominación ha continuado empleándose hasta nuestros días.

En general, la peculiaridad que presenta el nombre de la localidad ha pasado inadvertida para propios, pero no así para extraños. Algunos de los viajeros extranjeros que visitaron la ciudad a mediados del siglo XIX repararon en su denominación. Richard Ford escribió esto en 1845: “la ciudad, ahora en auge, del Puerto de Santa María, llamada normalmente el Puerto, a secas...” En 1857, Antoine de Latour presentaba así la cuestión: “... el Puerto de Santa María, o, como lo llama la gente, el Puerto.” Y por último, el barón Charles Davillier, quien allá por los años sesenta o setenta del siglo XIX dejó un significativo punto de vista al respecto: “El Puerto, que también llaman Puerto de Santa María, está situado en la desembocadura del Guadalete.” Casi sobran comentarios. Las citas ponen de manifiesto la realidad existente acerca del nombre de esta ciudad: aunque en ciertas situaciones del lenguaje se diga y escriba Puerto de Santa María, lo normal es que se le llame y se escriba El Puerto de Santa María y El Puerto.

Resumo y concluyo. Quiero destacar y precisar los siguientes aspectos:
-      Que las variantes El Puerto de Santa María y Puerto de Santa María surgieron simultáneamente en los años fundacionales de la villa, aunque el empleo de ésta última se extendió posteriormente.
-      Que esta dualidad nominal es resultado de las posibilidades y las limitaciones del lenguaje y del idioma, según su estadio de evolución, y, sobre todo, de las dificultades que se nos presentan para denominar los objetos reales y los del conocimiento y para diferenciar los nombres comunes y propios.
-      Que entre El Puerto de Santa María y Puerto de Santa María no hay diferencias de significado, pero puede haber matices significativos: parece que el artículo le confiere al nombre de la ciudad mayor carga expresiva.
-      Que la posibilidad de optar entre la presencia o la ausencia del artículo en el nombre de la ciudad, según las funciones del lenguaje, debe ser considerada positivamente. No se trata de una disyuntiva sino de una alternativa. La alternancia del artículo en el nombre de la ciudad es un patrimonio lingüístico que permite ampliar nuestra capacidad comunicativa.
-      Que la forma El Puerto de Santa María pasó de ser una descripción definida para referirse a la villa a convertirse en su nombre propio y que esto fue así por tratarse de la variante más empleada históricamente para ello, pese a ir contra la posterior tendencia del habla a suprimir el artículo delante de nombres de localidades.
-      Que la forma El Puerto, a la que no sabemos cuando le crecieron las mayúsculas, es la causante de la ulterior predilección por la variante El Puerto de Santa María y de su consiguiente transcategorización en el nombre propio de la ciudad porque hay una relación lógica entre El Puerto y El Puerto de Santa María, y viceversa, que no se da entre El Puerto y Puerto de Santa María, ni a la inversa. Dicho de otra manera: que, independientemente de su procedencia, la forma El Puerto da lugar por analogía a la preferencia de los hablantes por el empleo de la variante El Puerto de Santa María frente a la variante Puerto de Santa María.
-      Que si no fuese por el uso común de la forma El Puerto, la variante El Puerto de Santa María podría haber desaparecido ya o desaparecer en el futuro ante la variante Puerto de Santa María. De ahí la importancia que le otorgo a la forma El Puerto en el hecho de que el nombre de la ciudad continúe siendo El Puerto de Santa María.
Academia de Santa Cecilia

Comentarios

Entradas populares de este blog

UNHA NOITE NA EIRA DO TRIGO