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Mostrando entradas de noviembre, 2021

Cap.I. Discurso de Investidura del académico de Santa Cecilia, Luis del Olmo. La Comunicación Humana.

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  Antes de hablar de la radio como una de las bellas artes, hay que tratar de la comunicación. ¿Qué es la comunicación? Acudimos a otra academia, la de la Lengua, y en su tercera acepción, define la comunicación como la Transmisión de señales mediante un código común al emisor y al receptor. Tres protagonistas tiene la comunicación: el emisor, el receptor, y el mensaje. La Comunicación Humana. A nosotros nos queda la forma más humana y distintiva de la comunicación. Nos queda la palabra. Los científicos definen a la especie humana como “Homo sapiens” y también como “Homo loquax”. Aquel “Pienso luego existo” que expresó Descartes en su día, se tendría que completar con este otro argumento. “Pienso luego hablo” Cuando el ser humano se puso de pie, comprobó que una vez erecto, descubría una nueva forma de contemplar el mundo y relacionarse con él. Su mandíbula se retrajo, aumentó su volumen craneal, y su laringe se modificó de modo que podía articular sonidos de una forma distinta. Había

Cap.II . Discurso de Investidura del académico de Santa Cecilia, Luis del Olmo. La Comunicación

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  Los tres postulados de la comunicación. No hace falta avanzar más en la historia para afirmar que la comunicación humana se rige por un triple postulado que se podría plantear de la siguiente forma: . No hay vida sin comunicación. . No hay comunicación sin comunicador. . No hay comunicador sin audiencia. No hay vida sin comunicación: Una sociedad sin comunicación, es una sociedad agonizante. La comunicación inyecta vitalidad a la sociedad. La sociedad no sobrevive en el silencio, ni se desarrolla en el aislamiento. Los pensamientos y los hallazgos deben compartirse. Los nuevos caminos y las nuevas metas han de ser comunes, para que la sociedad vaya a más. No hay comunicación sin comunicador: Podría utilizarse como una variante del acertijo del huevo y la gallina: ¿Qué fue primero, el comunicador o la comunicación? ¿Nace la comunicación como exigencia vital del comunicador y luego crece y se estructura según las aportaciones de los comunicadores? La comunicación es una forma, tal vez

Cap.III. Discurso de Investidura del académico de Santa Cecilia, Luis del Olmo. Las palabras son bellas artes. Las palabras también son bellas artes.

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  Cuando se comprueba esta realidad, hay que preguntarse: ¿Debemos creer en las palabras? ¿Por qué no condenarlas por crímenes a la humanidad y enviarlas al infierno? Tenemos una opción, solamente una… En vez de condenarlas, hagamos algo más positivo. Hagamos que la palabra sea una de las bellas artes. Cuando se convierte la palabra en una obra de arte, cuando consigue lo mismo que una pintura, una escultura, o un momento musical, se llega al otro de forma pacífica, evocando y provocando un diálogo. El que admira una pintura de Fray Angélico o de Van Gogh entra en diálogo con ella, pero no por la vía del razonamiento sino de la emoción. Lo mismo sucede con el que contempla una escultura de Miguel Ángel, o de Chillida. . La palabra ha de llegar al otro, no tanto por la vía de la emoción, cuanto por el adecuado y fecundo intercambio de ideas. . La palabra, considerada como una de las bellas artes, no ha de temer la controversia, todo lo contrario, si la provoca, es señal de que ha cumpli

Cap.IV. Discurso de Investidura del académico de Santa Cecilia, Luis del Olmo. El diálogo

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  Dialogar es convivir . El poder de la comunicación se basa en la palabra. El poder de la palabra se fundamenta en la persuasión. La persuasión se nutre de la libertad. Sin libertad, persuadir es coaccionar. La palabra es libre, envuelve una opinión, y la contrasta con otras, hasta crear, por ósmosis, un criterio. La comunicación solo tiene sentido con el diálogo. Aquel santo varón que fue el Maestro Ávila, nos dejó una de las más bellas definiciones de la palabra:  “La palabra es un soplo de aire herido”. La palabra hiere el aire, pero no con el objetivo de dominar, sino de dialogar, no con la obsesión de vencer, sino con el afán de convencer, no con la obcecación de partir, sino con la voluntad de compartir. Los atenienses que inventaron la democracia, dialogaban en el ágora. Por la palabra persuadía Sócrates, con la palabra tertuliana Tertuliano. La primera palabra que utiliza la Biblia para designar a Dios es precisamente esta: Palabra. La palabra se hizo carne y habitó entre noso

Cap.V. Discurso de Investidura del académico de Santa Cecilia, Luis del Olmo. La Radio

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La radio de la comunicación. Y llegamos a la radio. Con esa finalidad fue inventada. Hablando y escuchando, el ser humano ha hecho radio, antes incluso de que existiera la radio. Porque más allá de la técnica que la ha hecho posible, la radio es comunicación oral, es un trozo de vida hecha sonido, un bocadillo de realidad que va de boca a oído. Nuestros cinco sentidos son cinco seductores que quieren conquistar a la Señorita Realidad. La vista, la retrata. El olfato, la adorna. El tacto, la desnuda. El gusto, la saborea. ¿Y qué hace el oído? Se relaciona con ella. Gracias a esta relación, los otros sentidos pueden retratarla, adornarla, desnudarla y saborearla. Luis del Olmo, en la visita que hizo al Museo de la Radio de Vejer La radio reivindica el origen de la voz, es decir la palabra que nace para los oídos. En el principio existió el fonos, el sonido y del fonos salió el logos, el concepto. La radio recupera la tradición oral, recoge el legado del primer cronista de las cavernas, y

Cap. VIII. Discurso de Investidura del académico de Santa Cecilia, Luis del Olmo. La radio de la participación.

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La radio de la participación. El 6 de octubre de 1977, reinando Juan Carlos y siendo presidente del gobierno Adolfo Suárez y ministro de Cultura, Pio Cabanillas Gallas concluyó el monopolio informativo que Radio Nacional tenía desde finales de la guerra civil. Se terminaba por fin a la época del “parte” oficial, diario y obligado. Desaparecían los conceptos de desinformación, manipulación y autocensura. A partir de entonces, el oyente eleva el listón de sus exigencias y busca programas más abiertos y entre los de mayor audiencia se encuentran los informativos. Porque el espectáculo puro, en forma de ficción y de concursos, se lo llevó la televisión. La radio tuvo que hacer su propia revolución interior, y ante el panorama que se le presenta, no tarda en convertirse en abanderada de la libertad de expresión. Es a partir de ahí, cuando se puede decir con fundamento de que nada es imposible para la radio que nutre sus contenidos, gracias a un contacto cada vez más cercano con sus oyentes,

Cap.VI . Discurso de Investidura del académico de Santa Cecilia, Luis del Olmo. La Radio de la propaganda

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  La radio de la propaganda. La década de los años treinta significó el avance de la radiodifusión exterior. Pero a nuestra radio no le dejan cumplir la mayoría de edad en paz. Y la historia de amor se convierte en historia de guerra. La radio se divide en dos bandos y, a través de ellos, alcanza su plenitud como medio. Pero también podríamos decir que pierde su inocencia. El poder político la descubre y no duda en manipularla como medio de propaganda. En nuestra Guerra Civil la radio fue utilizada, por uno u otro bando, destacando sobre todo, la fuerza demagógica del General Queipo de Llano, que usaba el micrófono con tanta eficacia y poder de persuasión, como menosprecio de la verdad, la objetividad y el decoro. En una Europa que ya presiente la cercanía de una nueva guerra, ocurre lo mismo. El control de la radio por fuerzas políticas hace que sea utilizada como un arma de propaganda. Para el Gobierno Soviético la radio fue un instrumento de manipulación de masas, desde la creación

Cap. VII. Discurso de Investidura del académico de Santa Cecilia, Luis del Olmo.La radio del posibilismo.

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    La radio del posibilismo. Después de la Segunda Guerra Mundial, la radio es mayor de edad, y está regulada de arriba abajo, y controlada, porque ya se sabe lo que puede dar de sí cuando va por libre. El Régimen franquista crea Radio Nacional, y la dota de los mejores medios técnicos y de cobertura, que dicho sea de paso aún posee. Y después, sin hacer caso de los Convenios de Ginebra, el Gobierno de Franco reparte concesiones radiofónicas a los afines al régimen. Aún así, todas estas emisoras estaban sujetas al régimen de censura. Y por supuesto, tenían prohibición absoluta de informar. Solo podían dar noticias de alcance folklórico, artístico o deportivo, y además, dos veces al día, a las 14.30 y a las 22.00 conectaban obligatoriamente con Radio Nacional que daba las noticias debidamente filtradas. Nº. 1 de NO-DO (1943). D ocumento audiovisual de gran valor, refleja el modo de vida en España en los años 40 Con estas limitaciones, la radio no estatal no puede quedar más amordazada

Cap. IX . Discurso de Investidura del académico de Santa Cecilia, Luis del Olmo

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  Algunas cuestiones pendientes. He hablado de la radio de la participación y he planteado en muchos casos una situación ideal. Desgraciadamente no siempre así. Según mi criterio, en la actualidad existe un exceso de beligerancia y una escasez de ecuanimidad. Hay demasiadas emisiones que propugnan y defienden una ideología determinada y que en definitiva solo dialogan con los oyentes que son de su cuerda. Abunda el dogmatismo provocado por los intereses ideológicos de profesionales que han olvidado su papel de mediador y toman parte y se implican. No es radio de diálogo, sino radio militante. Hay consignas, arengas, mensajes unidireccionales, que hablan a los adictos y marginan a los discrepantes. Es el signo de los tiempos. En vez de un debate razonado y civilizado, se prima el ataque personal, la descalificación subjetiva, y hay radios que parecen un trasunto de la barahúnda de las redes sociales, donde el insulto, la injuria y la difamación están a la orden del día. No me pregunten

Cap. X y último. Discurso de Investidura del académico de Santa Cecilia. Luis del Olmo.Periodismo es libertad.

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  Periodismo es libertad. Y volvemos a la libertad. Es necesario. El periodista es mensajero de la libertad, testigo de ella y su máximo defensor, porque la libertad pertenece a la esencia misma de nuestra tarea profesional, es su sustento y su razón de ser. La libertad es el aire que respiramos y el pan que nos alimenta, es nuestra pasión y nuestro impulso, nuestra fuerza y nuestro orgullo, nuestra raíz y nuestra enseña. Por la libertad mueren centenares de periodistas cada año en las difíciles trincheras donde se persigue con saña a compañeros por el hecho de contar lo que está sucediendo. Los dictadores, los fundamentalistas, los tiranos, los terroristas utilizan todos los medios a su alcance para atacar los cimientos de la libertad. Conceptos como patria, raza o religión pervierten su auténtico sentido y se convierten en generadoras de odio. Contra ellas el periodista solo se enfrenta con la palabra. Una palabra sin censuras, una palabra que informa de lo que ve y no propaga consig