ENCUENTROS EN LA ACADEMIA (339)
Gerardo y su Abuelo
Sebastián López Gutiérrez y su nieto Gerardo estaban viendo un
programa informativo en la televisión. De momento, el niño con solo once años,
pregunta al abuelo ¿Qué es un pensionista? Por qué se habla tanto en este
momento de ellos? ¿ por qué se manifiestan? ¿son un partido político? Sebastián
quedó perplejo ante las preguntas y trató de responder con una fuerte
componente didáctica para ser entendido.
La jubilación es el paso de una situación de trabajador en activo
a la condición de inactividad laboral tras haber alcanzado la edad legal. Si se
han cumplido ciertos requisitos, entre ellos, la cotización requerida, se
pasará a ser beneficiario de una pensión. El artículo 50 de la Constitución
Española dicta que “Los poderes públicos garantizarán, mediante pensiones
adecuadas y periódicamente actualizadas, la suficiencia económica a los
ciudadanos durante la tercera edad. Asimismo, y con independencia de las
obligaciones familiares, promoverán su bienestar mediante un sistema de servicios
sociales que atenderán sus problemas específicos de salud, vivienda, cultura y
ocio”
Eso es la legalidad, lo que hay que hacer y no se
hace. Nuestros representados nos vienen diciendo que nuestro
sistema público de pensiones es insostenible. Nosotros decimos que es
completamente viable y quienes pretenden recortarlo son aquellos que no
gestionan debidamente los recursos
públicos. Conviene recordar que el gasto en Pensiones solamente representa el
11% del PIB, muy inferior al de otros países de la UE. En las empresas privadas
a los deficientes gestores los mandan al paro. ¿Por qué no en la política?
Cientos de miles de pensionistas están saliendo a la calles de todas las
ciudades a protestar por la pérdida de poder adquisitivo y el deterioro del
sistema público que achacan a las reformas impulsadas desde los distintos
gobiernos mantenidos en los últimos años. El detonante de estas movilizaciones,
ha sido la subida del 0,25% en las pensiones para
2018 que aprobó en diciembre el Consejo de Ministros. Es el mínimo legal
establecido y se aplica por quinto año consecutivo. No debemos olvidar que
donde se pueden cambiar las cosas en la Carrera de San Jerónimo y no tanto en
las calles.
Más
de nueve millones de personas se han visto afectadas por esta medida y se ha promovido la necesidad de crearse
asociaciones para defender sus
intereses. Entre sus objetivos se encuentran el analizar las posibilidades que
tendría la creación de un nuevo partido político que los defienda, además de
otros temas de interés social, como son la educación, la salud y a los diversos
colectivos de personas más desfavorecidas de la sociedad, dado que hasta ahora
nadie se ha ocupado/preocupado de ellas. Lo significativo de este hecho es el que estas personas no tienen
intereses políticos, solo sociales y su capacidad de gestión y honradez lo han
demostrado durante los más de cuarenta años que han ejercido su actividad
profesional en diversos campos.
Ante la posible llegada de este acontecimiento singular, los
partidos políticos que hasta ahora han permitido que las personas mayores vayan
poco a poco perdiendo su poder adquisitivo, y cobrándoles dos veces los
impuestos relativos al IRPF, cantan a bombo y platillo que se subirán las
pensiones mínimas y de viudedad y la bajada del IRPF en las rentas mínimas para
frenar la pérdida de poder adquisitivo de los jubilados. Ahora si han
encontrado el dinero para dar una limosna. Otros representantes se animan, como
es el caso de el líder del PSOE, que ha pedido al Gobierno que si no se deroga
la subida estipulada, se suba el sueldo de los ministros, senadores y diputados
(se han subido el sueldo un 1.5%) en esa misma proporción, y se ponen al lado
de los pensionistas encabezando sus manifestaciones. Ahora, y no antes. ¡Qué
vergüenza¡ Estos señores que tienen muy bien asegurado su futuro vuelven a
tratar a este colectivo como de “mayores no aptos para la sociedad”.
Nueve millones de pensionistas pueden con sus votos posicionar a
más de 75 diputados en el Parlamento, que es el órgano político encargado de
elaborar, reformar y aprobar leyes. Un considerable número para que de una vez
se cumpla la Constitución.
Posiblemente Gerardo se perdió en el discurso
de su abuelo, a pesar de ello, le hizo la siguiente pregunta: ¿abuelo, para qué
sirve la Constitución si no se cumple?
Antonio Leal Giménez
Gracias por ocuparse de nosotros los jubilados
ResponderEliminarQue gracia... dicen que solo se suba el 0,25 al sueldo de los diputados y no el 1.5 que han recibido. Lo que tendrían que hacer es bajárselo. Parece que no entienden lo de dar ejemplo.
ResponderEliminarArticulo certero y necesario.
ResponderEliminarMás claro agua.¿ Por qué no leen y aprenden un poco?
ResponderEliminarAntonio, me parece luminosa la idea, que tú apuntas, de crear un partido político que aglutinaría a unos 75 diputados, en cuyo programa no figurarían los intereses partidistas ni la servidumbre a unas determinadas tendencias ideológicas ni las ambiciones puramente personales, pero que sí estarían muy atentos al desarrollo de una sociedad honesta y justa y, además, dotados de una capacidad de gestión y honradez demostrada y constatada durante los largos años dedicados al ejercicio de su actividad profesional.
ResponderEliminarQuienes hemos cotizado el máximo en cantidad y tiempo somos los señalados. La caradura de algunos ofende la dignidad de las personas
ResponderEliminarLa Academia que también puede considerarse como pensionista desde 1900 debería hacer algo más que escribir, por cierto muy bien, un académico sobre el tema. Propongo la celebración de una conferencia coloquio con entrada libre a todos los jubilados de El Puerto.
ResponderEliminarGran artículo y pedagógico. Buen aviso a navegantes... tienen todas las pistas
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