CLARINETE (XV)
Este instrumento de viento se construye en madera, y su origen
data del siglo XVII; se cree que fue el alemán Denner, de
Niiremberg, quién inventó, como un perfeccionamiento del antiguo
caramillo, a finales de aquel siglo. A mediados del XVIII comienza a
ocupar un puesto importante en la orquesta. Mozart es el primer compositor
que emplea el clarinete -con posibilidades y condiciones bien definidas
ya- aprovechando sus muchos recursos.
Modificaciones y perfeccionamientos sucesivos han dado a este
instrumento una gran variedad de matiz y de expresión. El contraste, la
delicadeza, la intensidad, son admirablemente dichos por el clarinete,
pieza indispensable en orquestas, bandas y todo tipo de agrupaciones
líricas. (En las bandas ocupa el puesto que los violines en la orquesta). Mozart
escribió especialmente par él. Berlioz dijo que era "la voz del dolor heroico",
y a través de él expresó el sufrimiento de Andrómaca ante la muerte de Héctor,
en La caída de Troya. Beethoven lo utilizó mucho. Weber sentía hacia él
una profunda predilección. Los maestros rusos le confiaron el sentido
colorista de sus obras. Wagner empleó también reiteradamente el clarinete.
El mecanismo actual de éste -al que se ha llegado tras mejoras y evoluciones
sucesivas- es mucho más complicado que el de la flauta y el oboe. Su técnica
continuamente mejorada permite hoy al clarinete una variedad y calidad de
sonidos de extraordinaria intensidad emotiva. Delicadeza y contraste, líneas melódicas
rígidas, ágiles escalas cromáticas, trinos, arpegios, finos alardes líricos: todo
ese encantador virtuosismo de la expresión musical es espléndidamente logrado
por el clarinete en su primoroso juego de sonidos y matices.
La perfección hoy alcanzada por este instrumento permite lograr
con él adaptaciones magníficas para las bandas civiles o militares, en las
que desempeña el papel de los violines. Se construye generalmente, para
estos conjuntos, en cobre. El repertorio de tales agrupaciones, antes
limitado, ha podido ser ampliado extraordinariamente merced a la calidad
técnica y artística de los clarinetes actuales. El grado de perfección
alcanzado por este instrumento ha hecho posible la extensión y la difusión
de grandes páginas musicales en auditorios a los que antes no llegaban.
Pedro Salvatierra Velázquez
Concertista y profesor de Conservatorio.
Comentarios
Publicar un comentario