ENCUENTROS EN LA ACADEMIA (68)
Las redes
y las nubes
Dice la sabiduría popular que "Los tiempos corren como potros, y tras
unos vienen otros". Nuestro mundo está cambiando y esto provoca
desazón en aquellos que se encuentran cómodamente instalados; todo cuanto se
encuentra fuera de nosotros se va transformando e incluso también se va
alterando nuestro interior sin que nos apercibamos de ello; lo que ayer era una
incertidumbre hoy es una certera convicción, y en una crisis todo es,
implacablemente, cambio.
Durante siglos la forma de organizar y
dirigir ha sido la jerárquica, con su clásica estructura piramidal. Este
sistema ha sido muchas veces alabado y denostado aunque casi nunca ha habido
alternativas realmente válidas al mismo. A partir de los últimos años del
pasado siglo las economías industriales ─de fuertes andamiajes piramidales─ se
vieron en grandes aprietos y empezaron a ser desplazadas por la nueva economía
de la información, en donde las rigideces organizativas encajaban mal pues
obstaculizaban el necesario flujo de información para un correcto
funcionamiento. Ahora, las instituciones centralizadas de la sociedad cuya
existencia descansaba en las jerarquías van derrumbándose por todas partes, al
menos aparentemente, y en su lugar emergen elementos descentralizados menores,
que uniéndose de modo muchas veces informal, desarrollan unas estructuras más
fluidas.
Las estructuras organizativas en redes
consisten en individuos que interactúan de cerca con otros individuos
compartiendo información, recursos e
ideas. Quizás lo importante no es la red en sí, ni tan siquiera el producto
obtenido, sino el proceso desarrollado para llegar a él; el factor comunicación
es el que crea los enlaces entre los individuos y grupos.
Las redes se están consolidando como un
medio para la evolución de la sociedad, para mejorar la productividad, la vida
en el trabajo y compartir los recursos del modo más eficiente.
Dentro del proceso evolutivo de las redes,
ha aparecido recientemente la denominada "computación en la nube" (cloud computing), y ha surgido como un
resultado natural de las tecnologías que confluyen para transformar el modo en la
que las organizaciones conceptualizan y construyen su estructura.
La Nube
no es metáfora de Internet, se trata de una nueva propuesta tecnológica de gran
alcance que permite ofrecer casi todos los servicios de computación a través de
la red. Utilizar la Nube va más allá
de Internet; se trata de un lugar en el que es posible utilizar la tecnología
en el instante que es necesitada y por el tiempo que es requerida. Sólo existe una
mínima instalación local, y no se paga la tecnología cuando no se esté usando.
Las redes nos llevan a las nubes, seguro
que en estas lides Sancho Panza nos diría: "Cual
el tiempo, tal el tiento", frase con la que nos aconsejaría tacto en
el obrar y cautela valiente para acomodarnos a lo nuevo.
Ignacio Pérez Blanquer
Académico
de Santa Cecilia
Magnífico.
ResponderEliminarLa Academia debería dedicar más espacio e interés a la Ciencia en general.
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