CINE.
“MARC RECHA VS. AMENÁBAR”
Desde siempre
ha existido una dualidad en las películas que nos ofrecen los cines. Cine culto
frente a cine comercial, cine popular frente a cine elitista, cine de masas
frente a cine de minorías o cine grande (superproducciones) frente a cine
minimalista, pequeño, intimista. Seguramente
las cosas seguirán así y el problema sea “nuestro, problema” al tener que
elegir, en ver una cosa en vez de ver otra.
En realidad hay sitio para todos y para todas, (para todos los
espectadores y para todas las películas).
Seguramente no
dejará de haber películas espectaculares que arrastren al gran público a las
salas pero a buen seguro que tampoco dejará de haber películas pequeñas,
exquisitas y delicadas que harán las delicias de pequeños grupos de
espectadores.
Viene
esto a cuento de la comparación entre dos películas que he visto recientemente.
Las dos las vi en el Festival de San Sebastián, aunque una de ellas la he vuelto
a ver ahora en El Puerto. La otra me costará un poco mas volver a verla aquí.
Tendré que esperar a que el Área de Cultura del Ayuntamiento, Antonio Ahucha
para ser mas exactos, la traiga a alguno de los ciclos que organiza en la
Cinemateca Municipal.
La
primera a la que me estoy refiriendo es “Regresión”, de Alejandro Amenábar, su última
y esperada película a la que no le falta nada para ser considerada una de esas
películas grandes a las que me refería.
La otra es “Un día perfecto para volar”, ejemplo perfecto al otro grupo
de películas de las que les hablaba.
La
película de Amenábar es una película internacional, rodada en inglés, en
Canadá, con actores internacionales conocidos. El tema entra dentro de lo que
solemos conocer por cine te terror aunque él decía en la rueda de prensa que no
era una película de miedo sino “sobre el miedo”. Es igual, el público conoce
las películas de Amenábar y sabe mas o menos lo que va a encontrar en ellas. Aquí
se centra en las sectas o, mas exactamente en la idea que las gentes tienen de
las sectas, idea muchas veces creada en la mente de la colectividad por la
fuerza de de las historias que aparecen en la prensa y en la T.V e incluso en
las vallas publicitarias. Y no solo de
las sectas sino incluso de las religiones en general y del catolicismo en
particular y sobre todo del Diablo., de Satanás. . Esta no será seguramente un
gran éxito ni de crítica ni de público pero ningún crítico hablará abiertamente
mal de ella y a muchísimos espectadores les encantará. Amenábar es uno de esos directores cuyo cine
se asimila al que hacen los americanos, al cine internacional, abiertamente
comercial, lo mismo que les ocurre a otros directores españoles como J.A.
Bayona.
La
película de Marc Recha, hecha en cinco días con un equipo familiar y con un
presupuesto bajísimo no la irán a ver los espectadores a los que claramente no
les gustaría si la fueran a ver y sin embargo hará felices a otros que van a
verla pensando que la película les dará en alguna medida lo que esperan de
ella. Tres personajes, uno el director, Marc
Recha, otro su propio hijo de siete años y finalmente Sergi López como un amigo
de la familia de toda la vida. Dice Marc Recha que su película la ha concebido
como una oda a la paternidad deseada, constructiva y positiva.
Tras una larga secuencia en la que Sergi López
ayuda al niño a hacer volar la cometa mientras le cuenta un larguísimo cuento,
aparece el padre del niño a la vez que desaparece Sergi López y la película da
un giro inesperado aunque deja abierto el final para que el espectador busque
el desenlace (o la explicación) que prefiera.
Un tipo de cine minoritario cuyo máximo exponente
es quizás Victor Erice director de la mítica “El espíritu de la colmena”.
Jesús Almendros Fernández
Socio colaborador de la Academia
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