CINE
“SPOTLIGHT: EL BOSTON
GLOBE CONTRA LA IGLESIA”
Se proyecta actualmente en nuestras pantallas una película que está
teniendo gran éxito en todo el mundo. Es americana, del año pasado, está
dirigida por Thomas McCarthy y fue presentada oficialmente fuera de competición en el pasado Festival
de Cine de Venecia consiguiendo una gran acogida por parte del público y de
todos los críticos presentes.
Es una comedia
dramática ambientada en Boston, la parte de Norteamérica en la que hay un mayor
número de católicos y trata de la investigación llevada a cabo en 2002 por un
equipo de reporteros del “Boston Globe”, el “Spotlight”, que pusieron al
descubierto los casos de pederastia
cometidos durante décadas por curas de Massachussets. La publicación de estos
hechos, que la archidiócesis de Boston intentó ocultar, sacudió a la Iglesia Católica
como institución, no solo allí donde se investigaron los hechos, sino en todo
el mundo.
Es difícil imaginar una institución más poderosa en Boston que la iglesia católica en el año 2001. La gente iba a las iglesias en busca de ayuda y consuelo, paz y la amistad. A través de la diócesis y sus obras de caridad, miles de personas eran alimentadas alimentadas y vestidas, educadas y reforzadas espiritualmente. Su labor era inmensa en favor de todos los necesitados pero muchos de los miembros del clero habían abusado de niños y este hecho horroroso había sido ocultado por la cúpula de la institución. Ahora todo salía a la luz y muchos de los fieles católicos de la ciudad dieron la espalda a su Iglesia..
Los sacerdotes
descubiertos o denunciados, eran generalmente apartados de sus diócesis y enviados
a otro lugar. Uno de esos sacerdotes, John Geoghan, compareció ante un tribunal
acusado de abusar sexualmente de muchachos jóvenes pero el escabroso suceso que
se juzgó no consiguió apenas cobertura
en el “The Boston Globe”, sin embargo un
nuevo director, judío, nada mas acceder a su cargo, decide entrar de lleno en
el problema y descubrir cuantos sacerdotes pederastas había en la diócesis y de
cuantos de ellos había tenido conocimiento la Iglesia y lo había ocultado. Su meta
no era atacar o perseguir a esos sacerdotes sino a la propia institución, a la
Iglesia, no tanto buscar pederastas como
casos en que la Iglesia lo había sabido y lo había ocultado.
“The Boston Globe” contrata a un nuevo editor jefe que hace que su equipo investigue a fondo el tema, intuyendo que tal vez la iglesia católica sabía más de Geoghan y otros sacerdotes pedófilos de lo que admitía. Y desde ese momento, “Spotlight” siguió todas las pistas posibles sobre historias en los que podía haber sacerdotes pederastas implicados. El silencio sobre los casos descubiertos por la Iglesia fue ordenado por el propio cardenal de dicha diócesis, Bernard Francis Law. Este obispo luego fue obligado a renunciar y Juan Pablo II lo traslado al Vaticano.
El libro “Spotlight”
ganó el Premio Pulitzer en 2003. La película, por su parte, con seis nominaciones a los Oscars (mejor película, director, guión
y actor y actriz de reparto (Mark
Ruffalo y Rachel McAdams), pero también
con estupendas actuaciones por parte de Liev Schreiver y Michael Keaton, como el director del periódico y
el jefe de “Spotlight” respectivamente, está obteniendo un enorme éxito en todo
el mundo.
Recuerda
mucho a “Todos los hombres del Presidente” que narraba también la labor de un
grupo de periodistas de investigación que destaparon el “Caso Wathergate” que
acabó con la carrera política del Presidente Nixon.
Hay que destacar el acertado empleo de
los numerosos recursos cinematográficos utilizados por el director para que su
film no fuese un simple documento más sobre el tema, sino una película con
vida, capaz de hacernos tomar partido ante un problema tan vergonzoso y
vergonzante.
Es cine valiente, no hay duda. Sin
embargo, es más que eso: es cine inteligente
que provoca la indignación del espectador. El mundo del periodismo,
desde sus salas de redacción hasta las entrevistas fuera de ellas, está muy
bien reflejado: Lo cierto es que el contenido del filme, la historia, determina
cada escena y todas ellas ayudan a comprenderla, lo cual es también un mérito del director.
Jesús
Almendros Fernández
Socio colaborador de la Academia
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