ENCUENTROS EN LA ACADEMIA (315)
Aspectos navales del traslado de la
Casa de Contratación
No
cabe ninguna duda que en el traslado de la Casa de Contratación influyeron
múltiples factores políticos, económicos, geoestratégicos y, por supuesto,
navales. Y es precisamente sobre estos últimos sobre los que vamos a analizar
el posible peso que tuvieron en la decisión real.
Ya
a finales del siglo XVI, en pleno apogeo de la Carrera de Indias, comienzan a
manifestarse los problemas en la navegación por el río Guadalquivir y en el
paso de la barra rocosa situada frente a Sanlúcar de Barrameda. Los buques de
mayor porte, como eran los buques de escolta, solicitaban permiso para salir
desde Cádiz dado su mayor calado.
El
río tenía un caudal muy irregular con pecios sumergidos o que velaban y bancos
de arena que dificultaban el tránsito de los navíos. El resultado de este escenario
es que a comienzos del siglo XVII los navíos, que habían aumentado su tonelaje,
salían de Sevilla a media carga o en lastre,
completando su carga en varios puntos del río como las Horcadas o el
Puntal. Pero ahí no acababa todo, pues para salir a mar abierto debían pasar
por la doble barra de Sanlúcar que tenía un cuarto de legua de longitud, el
ancho de tres navíos y una sonda en pleamar de 6,5 metros. Además, había que
buscar el momento de paso con vientos favorables, la marea adecuada y
suficiente visibilidad para seguir las enfilaciones de la costa. Y esto le
ocurría a grandes flotas que ocasionalmente debían esperar semanas para entrar
o salir del río, expuestas a ataques de piratas o corsarios.
No
es difícil entender que se produjesen en la barra innumerables siniestros
provocados por errores en la maniobra, cambios de viento etc. Según el
hispanista Piérre Chaunu la barra era uno de los cementerios mayores de la
Carrera de Indias. La prueba de este aserto era que en Sanlúcar existía, además
de un gremio de prácticos para el paso de la barra, otro de buceadores para
rescatar la carga sumergida.
Durante
el siglo XVII, Sevilla influyó en la Corona política y económicamente a través
del Consulado de cargadores, pues sentía la amenaza gaditana que ascendía en
poder económico gracias a una política de impuestos más favorables que los
existentes en Sevilla; además, en la bahía gaditana se daban múltiples muestras
de fraudes al evitar el filtro aduanero ante la escasa vigilancia. Felipe V reaccionaba
ante las quejas sevillanas ordenando sondeos en río y barra que no eran
suficientes para tomar una decisión firme. Cádiz ofrecía una amplia bahía sin
problemas de vientos ni mareas y con sondas más que suficientes para cualquier
tipo de buque; e incluso, disponía de una dársena protegida por los fuertes de
Puntales y Matagorda que mostraron su potencial al comienzo de la Guerra de
Sucesión.
En
1680, la Corona decidió que todas las flotas partiesen de Cádiz, lo que supuso
un revés económico considerable para Sevilla y, a partir de aquí, el traslado
de la Casa de Contratación no podía demorarse. El historiador Domínguez Ortiz
consideraba que el traslado se había retrasado medio siglo, mientras que el
hispanista Allan Kuethe aseguraba que fueron razones políticas más que
geográficas las que determinaron el traslado. Podría ser, pero los problemas
mostrados en río y barra se solucionaban apostando por la bahía gaditana, como
así sucedió.
Enrique Tapias Herrero
Capitán de Navío (R)
Doctor en Historia
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