POESÍA. (Me tiraste un limón...) de Miguel Hernández
Me tiraste un
limón, y tan amargo,
con una mano
cálida y tan pura,
que no
menoscabó su arquitectura
y probé su
amargura, sin embargo.
Con el golpe
amarillo, de un letargo
dulce pasó a
una ansiosa calentura
mi sangre, que
sintió la mordedura
de una punta
de seno duro y largo.
Pero al
mirarte y verte la sonrisa
que te produjo
el limonado hecho,
a mi voraz
malicia tan ajena,
se me durmió
la sangre en la camisa,
y se volvió el
poroso y áureo pecho
una picuda y
deslumbrante pena.
Este soneto se escribió para El Silbo vulnerado.
Apenas tiene variaciones, posiblemente estén dedicados a Josefina. En este
soneto, parece ser, que relata un hecho real, de un día que Josefina le tiró un
limón a Miguel en la cabeza porque él, estando en el huerto, le robó un beso al
descuido y ella, ofendida, le tiró un limón y le produjo una herida sangrante,
y además, a ella, parece ser que le hizo gracia el limonado hecho y
encima se ríe. Este despecho o desprecio fue causa de un deseo frustrado que
llevó al poeta en otros sonetos a recordar sus «delincuentes» besos, el deseo
de ser besado por la amada.
La poesía de Miguel Hernández está cargada de imágenes y elementos
simbólicos. En el poema que hemos leído y escuchado, la sangre es el deseo sexual, la
camisa es el sexo masculino y el limón es el pecho femenino.
Graciass por adentrar en el poema. Me ha gustado saber.
ResponderEliminar