Feliz año 2025
Es un milagro alumbrar estas maravillas que traspasan la percepción de los sentidos. Tanta acumulación de belleza llega a causar esa insoportable y dolorosa levedad del fatigado ser físico, que el alma convierte en nítida hermosura, con desprecio de los sentidos, ante el triunfo de la armonía. Que de unas humildes notas, brote el torrencial manantial de la Novena ese es el milagro y el pecado es la sensual querella de la maestría de Barenboim. Otro milagro es amparar en un mismo abrazo la enorme diversidad de ideologías políticas, físicas y religiosas que habitan las frentes y los pechos pletóricos de juventud de los componentes de la orquesta. No puedo evitar, ni lo quiero, el sentir una profunda admiración por Barenboim y una devoción casi religiosa . Mientras en nosotros quede capacidad para la maravilla y el mundo siga ofreciéndola, estamos salvados. ...